Paraguay: un Presidente para los agronegocios

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Abdo, un gobierno en defensa modelo extractivista.

Mario Abdo Benítez, quien asumirá la presidencia del Paraguay en agosto próximo, utilizó como eslogan en su campaña proselitista: “Marito de la gente”, después de un gobierno de corte empresarial proveniente de su mismo partido político era necesario tener un eslogan que -reitero eslogan- lo ubique como un candidato cercano a las necesidades de la gente. De hecho, el Partido Colorado o ANR, es el partido político con la mayor cantidad de afiliados en el país, con operadores políticos en todos los estamentos públicos, con millonarios aportantes, con negocios de licitaciones, una estructura electoral fuerte, y que desde su fundación lleva casi 90 años en el gobierno. En la última campaña electoral declararon haber gastado un poco más de veinte mil millones de guaraníes, siendo el único partido que destinó 11 mil millones y medio para gastos de remuneración y traslado de personas.

A pesar del tiempo, la élite colorada mantiene esa rara capacidad de llegar a un electorado sumamente heterogéneo, desde aquellos que lo votan por tradición, simbolismo, por clientela, promesas, puestos de trabajos o por asegurar y mantener grandes negocios con el Estado para acrecentar riquezas, su espectro electoral es variado al igual que su lógica discursiva, basada principalmente en una tradición militarista, conservadora y en un supuesto nacionalismo, que está adaptada para llegar a los más pobres y satisfacer a los más ricos y poderosos.

El partido colorado hoy tiene mayoría en la Cámara de Diputados y en la de Senadores, existen tres movimientos interno importantes: el Movimiento Progresista Colorado, el Movimiento Añetete y el Movimiento Honor Colorado, entre los dos últimos se prorroga una crisis que no ha logrado concluir posterior a las elecciones, esto tendrá un costo para el inicio del gobierno de Abdo Benítez y en caso de extenderse sus efectos también podrían sentirse sobre la estructura del Partido, está a punto de iniciar un gobierno colorado con fracturas internas tan públicas y evidentes, hecho que no suele ocurrir a menudo, situación que le resta un cierto grado de legitimidad al gobernador entrante, avizorando un escenario inestable en el campo político, y, que podría ser aprovechado por fuerzas de la oposición y por los movimientos sociales.

Si bien hay que aclarar que la crisis interna del Partido Colorado no representa una crisis del modelo de desarrollo, eso no está en discusión, la matriz productiva extractivista y neoliberal continuará y será reforzada, la contienda es por el grado de participación que tendrán ciertos sectores económicos aliados a los grupos políticos, en este marco se debe tener en cuenta que en ciertos momentos para asegurar la manutención del modelo, las crisis intra partidarias se dejan de lado para asegurar una alianza de clases, que por supuesto involucra a otros partidos más que sólo al partido colorado.

En este entramado político con más incertidumbres que certezas, donde Mario Abdo va conformando su equipo de ministros que lo acompañarán en el inicio de su gestión, se pueden resaltar algunos gestos más llamativos, como la presentación del Ministro del Interior Juan Villamayor; una circular informativa de Base IS lo describió de esta manera “En pleno almuerzo ante sojeros y ganaderos, junto a lo más añejo de la oligarquía paraguaya concentrada en la Asociación Rural del Paraguay (ARP), el próximo presidente de la república Mario Abdo Benítez, anunció a su Ministro del Interior, Juan Ernesto Villamayor, hombre de la vieja escuela del Partido Colorado”, en dicho evento el primer ministro designado por Abdo Benítez fue aprobado por la ARP, esto mismo fue ocurriendo con otros ministerios en los que el gremio ganadero y empresarial va dando su aprobación a los nombres divulgados por el futuro ejecutivo.

Días después de este sugerente almuerzo, Mario Abdo participó en la inauguración del evento “Expo Santa Rita, el universo del Agronegocio” en el cual se comprometió en no aprobar ningún proyecto de ley que signifique mayor impuesto para soja y criticó a proyectos políticos que según él se construyen desde el “resentimiento social” calificándolos como demagógicos y populistas, estaría de más decir, que de lo expresado por el futuro presidente, se puede descifrar que aquellos sectores y personas que critican a los agronegocios serían parte de este bolsón de “resentidos sociales”, demostrando así una vez más su poca capacidad de argumentación y debate político, como ya había sucedido a lo largo de su campaña electoral.

Asimismo el próximo presidente colorado estuvo en el palco de honor de la inauguración de la “XXXVII edición de la Expo Feria Internacional de Ganadería, Industria, Agricultura, Comercio y Servicios y la LXXIII Exposición Nacional de Ganadería”, el mayor evento nacional organizado por los gremios sojeros, ganaderos, industriales y terratenientes del Paraguay -a través del cual pretenden instalar la idea que la ganadería y los agronegocios son de todos, una causa nacional- el principal orador, Luis Villasanti de la ARP, se dirigió a Abdo Benítez como proclamándolo y recordándole para quienes verdaderamente debe gobernar “Marito de la gente, hoy estás en nuestra casa, tu casa, la Expo, que es el Paraguay que queremos, con tu gente, gente que cree en vos”, mientras que otros de los voceros, Gustavo Volpe, insistió en que se supere la crisis política para evitar un posible efecto negativo en el ámbito económico, “Por un lado, tenemos un país pujante que apunta a superar los desafíos de las nuevas generaciones y, por el otro, tenemos a una clase política plagada de vicios”, sentenció el representante empresarial. Abdo asumió las críticas y halagos comprometiéndose a trabajar para satisfacer las demandas de estos sectores.

El 15 de agosto de 2018 asumirá el nuevo gobierno, hasta ahora con una crisis intrapartidaria pero con un pacto de larga a vida a los agronegocios dando continuidad a varios de los proyectos encaminados por su antecesor y actual contrincante político; estará por verse cuáles serán las primeras acciones cuando asuma plenamente la presidencia de la república, que probablemente girarían en torno a: aumento de la producción y exportación de soja, mayores mercados para la carne vacuna, dotar de más tecnología e infraestructura para los agronegocios, acompañando una mayor profundización del estado represivo y punitivo para cuidar los intereses del modelo extractivista.

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