El gobierno peruano decidió este miércoles extender a todo el país el estado de emergencia por 30 días en respuesta a las protestas en apoyo al expresidente Pedro Castillo. La decisión habilita la presencia militar en las calles para reprimir las manifestaciones, informó el ministro de Defensa, Luis Otárola. Durante este periodo, la Policía Nacional podrá «encargarse de mantener el orden interno» en el país en colaboración con las Fuerzas Armadas. Esto ha supuesto cientos de detenciones, hacinamientos en las cárceles y agresiones violentas a manifestantes. El estado de emergencia estaba vigente, hasta ahora, en Ica, Arequipa y Apurímac.
Otárola sostuvo que se trata de una medida de respuesta «contundente y de autoridad» ante las recientes protestas que se registran en varias regiones del país. Recordar que ya hay nueve personas asesinadas por el accionar de las fuerzas de seguridad represoras.
Las manifestaciones, los cortes de rutas y la declaración de huelga nacional por parte de las organizaciones populares, indígenas y campesina están parando el país. Además, hay cuatro aeropuertos, los de Cusco, Puno, Arequipa y Apurímac, clausurados. Y la empresa PerúRail confirmó también la paralización de los trenes que conectan con Machu Picchu, uno de los principales atractivos turísticos del país, que también se mantiene cerrado para los turistas.
Miles de personas están protestando en el sur del país por la destitución de Castillo por parte del Congreso, exigen la disolución de este Congreso ilegítimo, la expresión «que se vayan todos, que nadie nos representa» es la expresión más escuchada. En las protestas también se reclama al golpismo una convocatoria de elecciones presidenciales y una nueva Constituyente.
Hasta el momento se reportan 71 personas detenidas de forman infrahumana.