En el discurso del día martes primero de enero Jair Bolsonaro, luego de que de la mano de Temer le haya llegado la banda presidencial, anunció cuáles serían sus compromisos y sus metas.
Una de ellas fue que su gobierno significará una «oportunidad única de rescatar al país de las amarras ideológicas» y «combatir la ideología de género«. Para ello, firmó una Medida Provisional que inhibe en la política de Derechos Humanos a todas las acciones destinadas a la garantizar los derechos de la población LGBTIQ+. Esto lo hizo modificando el alcance de la Carpeta de la Mujer, Familia y Derechos Humanos.
La nueva Carpeta (Ministerio) de Mujer, Familia y Derechos Humanos es dirigido por Damares Alves, pastora evangélica férreamente opositora del aborto legal y la educación sexual, ya no prestará, en consecuencia a esta medida, estructura específica para garantizar los derechos de la diversidad sexual.
Desde Brasil, Virginia Guitzel, militante travesti de la agrupación juvenil Faisca dijo que «la retirada de la comunidad LGBT del Ministerio de Derechos Humanos es una continuidad del odio de Bolsonaro y la extrema derecha con la bancada Evangélica contra nosotros. Es una confirmación de que gobernara para los empresarios y que para esto necesita que tengamos vergüenza de ser quien somos y que aceptemos con nuestras cabezas bajas sus ajustes. Vamos a responder a altura a este ataque. Por la libertad sexual y la libre construcción de la identidad de género» finalizó.