El neoliberalismo es un mal para los pueblos que lleva varias décadas golpeando a nuestro país y al continente. Hoy sus consecuencias son palpables y lejos están de cicatrizar. Durante las presidencias de Menem y De la Rúa, muchas fueron las resistencias a las políticas neoliberales basadas en las recetas del Consenso de Washington, el FMI y el Banco Mundial. Una de ellas, ayer cumplió 23 años, fue la lucha de las y los docentes del país.
Aquel gobierno justicialista se jactaba de tener “relaciones carnales” con la Embajada de Estados Unidos. Privatizaciones, desregularización y descentralización de los organismos públicos fue la constante. A partir de la sanción de la ley de transferencia en el año 1992 y la ley federal de educación un año más tarde, el financiamiento y diseño curricular educativo quedó fragmentado. Es en ese clima que la resistencia y los conflictos fueron en aumento.
El 2 de abril de 1997 las y los docentes instalan frente al Congreso de la Nación la Carpa Blanca, que permaneció durante tres años y se convirtió en emblema de la lucha contra las políticas neoliberales del gobierno menemista.
Durante el tiempo que duro, ayunaron 1.500 maestros de todo el país. Se juntaron un millón y medio de firmas para exigir un fondo de financiamiento para la educación.
Fueron tiempos donde las y los docentes realizaron trece paros nacionales y masivas marchas a Plaza de mayo, que contaron con la presencia y solidaridad de diversas organizaciones sociales, gremiales, políticas, ambientalistas y estudiantiles. Intelectuales y artistas como Mercedes Sosa, León Gieco, Silvio Rodríguez, Luis Spinetta y Eduardo Galeano se hicieron presentes en esa lucha.
En 1997 se constituyó la Alianza, conformada por el Frepaso y la UCR, generando expectativas en un gran sector de la población. De la Rúa triunfo en las presidenciales en diciembre de 1999 y la carpa es levantada inmediatamente y se vota en el Congreso la Ley de Financiamiento Educativo. No mucho después estallan los histórico 19 y 20 de diciembre del 2001 donde De la Rúa se escapa en helicóptero dejando varios asesinados en todo el país.