Desde el fondo de la historia, el continente latino americano y la Argentina es víctima de un saqueo interminable de sus recursos naturales. América del sur es un subcontinente inmensamente rico, con recursos naturales que parecen inagotables y sometido durante 500 años al extractivismo sin poder desarrollarse.
Este saqueo ha sido posible por las complicidades de las oligarquías conformadas en cada país y del los grandes grupos económicos en la actualidad entrelazados sus intereses con las multinacionales y fundamentalmente por la sucesión de gobiernos cipayos y entreguistas. A pesar de las luchas de los pueblos por las soberanías nacionales el modelo de saqueo y primarización de la economía se mantiene desde la época de la colonia.
Nuestro continente, poseedor de todos los recursos naturales que las civilizaciones han demandado o demandan, es el continente de la desigualdad social mas aguda del planeta y donde la riqueza socialmente producida es mas regresiva. Desde la independencia en nuestro continente siempre pocos se quedaron con mucho y muchos con muy poco. Ese modelo basado en la exportación de materias primas rige hasta nuestros días.
Argentina es un país sin soberanía, ha entregado todas sus riquezas naturales, sus bienes comunes y en los últimos cincuenta años se vive un proceso de extranjerización y extrema concentración de la riqueza.
El 30 de abril de 2021 vence la concesión para explotar la Hidrovía Paraná, otorgada en 1995 a un consorcio integrado por una empresa belga, Jean de Nul, asociada con una local, EMEPA S.A. Por esa vía circulan las mayores exportaciones de nuestro país, hoy en manos privadas sin controles del Estado. En el Paraná simultáneamente se entregaron los principales puertos, mas de 20.
Retirado el Estado por esa vía se pierden mas de 30.000 millones de dólares por contrabando. Solo hay que recordar que la deuda fraudulenta, odiosa e ilegal que negocia el gobierno con el FMI es de 45.000 millones de dólares. Por esa vía fluvial transita la mayor especulación y lavado de dinero, la droga y el contrabando. Una verdadera arteria por donde desangran a Argentina.
El gobierno de Alberto Fernández tiene una extraordinario oportunidad de empezar a recuperar soberanía y con esos recursos dar inicio a un proceso de reindustrialización y generación de empleo para diversificar la matriz productiva de nuestro país.
Recuperar el manejo de la Hidrovía del Paraná y los puertos, sin costos por vencimiento de la concesión es una oportunidad única. Por eso debe derogar el Decreto 949/20 que llama a una nueva licitación, tampoco debe extender la concesión y renacionalizar, recuperar para las y los argentino una enorme renta y destinarla a satisfacer las necesidades nacionales.
