«ESTABAN LAS DOS ACUSADAS EN EL LUGAR CUANDO EXISTIÓ EL ÚLTIMO ACTO DE MALTRATO»

El abogado de la familia paterna de Lucio Dupuy dijo que el juicio fue «extenso y con una temática muy cruenta». Repasó las pruebas que complican a las dos imputadas y describió la reconstrucción de la secuencia del hecho que hicieron en el alegato a partir de todos los indicios probatorios.

 

«Estaban las dos personas imputadas en el lugar cuando existió el último acto de maltrato«, afirmó este viernes José Mario Aguerrido, el abogado querellante de la familia paterna de Lucio Dupuy.

El abogado habló el día después de los alegatos en el juicio en el cual están acusadas la madre del niño y su pareja. La sentencia se conocerá el 2 de febrero. Luego habrá otra audiencia, en caso de condena, para fijar el monto de la pena. El juicio está a cargo de la jueza y jueces de audiencia Alejandra Flavia Ongaro y los jueces Andrés Aníbal Olié y Daniel Alfredo Sáez Zamora.

De todos modos, si el tribunal acepta la calificación que proponen la fiscalía y la querella, no hay otra opción que la prisión perpetua. Aguerrido dijo que el jueves finalizó la primera parte de un «trámite extenso y una temática muy cruenta».

Final anunciado

«Hubo que observar actitudes de mucho cinismo. No digo que esperaba otra cosa, pero encontrarse con esta realidad es duro, más allá de los años que tengo en la profesión», confió.

El abogado explicó que «desde lo técnico la fiscalía y la querella ratificaron su posición respecto a la existencia de un homicidio. Entendemos que estaban las dos personas imputadas en el lugar cuando existió el último acto de maltrato».

El letrado puntualizó que «fue una cuestión extendida en el tiempo, era como la crónica de un final anunciado. Desde noviembre de 2020 en adelante este chiquitín empezó a ser sometido a un maltrato cotidiano, cualquier cosa venía bien para maltratarlo».

«Eso quedó reflejado en la comunicación entre ellas en redes sociales, especialmente la comunicación vía wasap. En los lugres donde ellas creían que tenían reserva y nadie se podía enterar estaba la verdad de lo que pasaba. Hacia afuera después era todo paz y amor. No hubo nadie que dijera que lucio fuera un chico maltratado», precisó.

Aguerrido explicó que «este fue un delito ocurrido intramuros. Puertas hacia adentro. Sin testigos directos de lo que pasó. Yo creo que hubo gente de la proximidad de Lucio, que en ocasiones lo ha visto golpeado. Lo ha tenido que ver, con prescindencia de que acá había una metodología sistemática por la que Lucio no iba a los lugares habituales cuando estaba con marcas o moretones. Eso está reconocido por ellos en las conversaciones de wasap», insistió.

Pruebas «en una sola dirección»

Como pruebas, el abogado mencionó la autopsia, las comunicaciones por wasap, las entradas al hospital, los informes periciales sobre la personalidad de las imputadas, las pruebas de ADN levantadas en el lugar. «Bajo la perspectiva de la ley de defensa del niño el análisis probatorio es diferente, con un principio de amplitud de prueba, no se existe precisiones de día, hora, lugar y modo. Se reúnen todos los indicios, como se hizo, que convergen a una conclusión. Todo converge en una sola dirección, a que ellas fueron las autoras», apuntó.

El abogado dijo que la teoría del caso es «idéntica a la fiscalía». Explicó que la defensa de Páez «reconoció el hecho, pero como un homicidio preterintencional, sin intención de matar», mientras que la de Espósito Valenti planteó la duda a su favor respecto a si estaba o no en el momento de la golpiza mortal.

La secuencia

Según la reconstrucción que hicieron en la acusación, la filmación de una cámara frente a la casa lo toma con vida a las 17.32 y luego cuando sale en brazos de Páez a las 21.26.

«En esas cuatro horas hay entradas y salidas. Entendemos que lo golpearon entre las 18.37 y las 19.40. Ellas se van 19.40 para llevarla al trabajo y una vecina se asoma porque había música muy alta y parecía que no había nadie a las 20.23. Había quedado golpeado y agonizando», detalló.

«Páez vuelve las 20.49 y sale 37 minutos después con Lucio en brazos. La hora de muerte se estimó alrededor de las 20.21, una hora más o una hora menos», completó.

Las acusaciones formales

La fiscalía ha acusado a Magdalena Espósito Valenti de los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante por su duración y formas concretas de realización y con acceso carnal vía anal y oral; agravado por ser la ascendiente (progenitora), por ser cometido por dos personas y por existir convivencia entre ella y la víctima menor de 18 años; todo como delito continuado; en concurso real con homicidio calificado por ser la ascendiente, por ensañamiento y alevosía.

A su vez, a Abigail Páez le imputó abuso sexual gravemente ultrajante por su duración y formas concretas de realización y con acceso carnal vía anal y oral; agravado por ser la guardadora al momento de los hechos, por ser cometido por dos personas y por existir convivencia entre ella y la víctima menor de 18 años; todo como delito continuado; en concurso real con homicidio calificado por ensañamiento y alevosía.

En teoría, si fueran halladas culpables por esas figuras penales, les cabría una condena de prisión perpetua.

Aguerrido, cuando formuló su alegato, le añadió un cuarto agravante: que el homicidio fue cometido por odio al género masculino.

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