En el día internacional de las y los trabajadores la Intersindical emitió un comunicado llamando a la unidad. Pasa revista a la continua pérdida de derechos y salarios en las últimas décadas y resalta la crisis capitalista de estos tiempos.
«En este tiempo de crisis MUNDIAL del capitalismo y de emergencia sanitaria por la pandemia del COVID19, más que nunca se impone la unidad y la solidaridad de trabajadoras y trabajadores, sea cual sea su condición laboral y de ingresos, para luchar por nuestros derechos, la emancipación social, contra la explotación, toda forma de discriminación y racismo; por la igualdad de género y las diversidades.
Desde la época de la dictadura genocida, los trabajadores y las trabajadoras sufrimos una brutal e ininterrumpida ofensiva del capital en contra del trabajo. Ejecutado por medios coercitivos con políticas neo liberales, se destruyó la salud y la educación, como derechos de la sociedad, esto debilitó profundamente el accionar del estado; también, en periodo de gobierno elegido por el pueblo, tiene una nueva arremetida en la década del 90, se entregó vía concesiones y privatizaciones los bienes comunes, las empresas de los servicios públicos, todo a favor de una lógica de privilegio al sector privado monopolista y de carácter transnacional.
El retroceso socio económico, que sufre la clase trabajadora fue y es hasta nuestros días, más que evidente. Lo padecen millones de trabajadores y trabajadoras desocupados y desocupadas, activos o pasivos. Es muy fuerte el impacto, los que en su mayoría, se encuentran con ingresos por debajo de la línea de la pobreza.
Destacamos entre las políticas sociales el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) para casi 8 millones de personas, aun cuando los registrados para su acceso supera a los 12 millones, a quienes se debe atender de manera urgente. Es importante el congelamiento de tarifas y combustibles, tanto como la retracción de precios, pero al mismo tiempo llamamos la atención de la elevada suba de precios de alimentos y medicamentos con escasa acción punitiva del accionar estatal.
Resulta interesante la promoción de acciones para sostener el empleo, el crédito a tasa cero o reducida y la actividad de las pymes, pero alertamos sobre el escamoteo de la banca para hacer efectivas las medidas, en buena parte motivado en la vigencia de una legislación financiera que viene desde 1977 y la presencia de un banca privada y extranjera orientada a maximizar sus ganancias y favorecer la fuga de capitales.
La ofensiva del capital cada vez más concentrado, no se ha detenido ni aun en medio de la pandemia. No alcanza con paliativos, por lo que sostenemos la necesidad de avanzar en profundas transformaciones estructurales que afecten y modifiquen sustancialmente el modelo productivo y de desarrollo, con el objetivo de modificar la ecuación de beneficiarios y perjudicados. Es la hora de atender las necesidades socioeconómicas, de la mayoría empobrecida, en contra de la minoría enriquecida y que acumula gran parte de sus fortunas en el exterior del país.
La realidad, muestra negociaciones paritarias congeladas, frente a un descomunal crecimiento de los precios, en un marco de recesión, suspensiones y cesantías que bajan los ingresos de las trabajadoras y los trabajadores. Al mismo tiempo, la eliminación de las cláusulas gatillo, agravan el deterioro de la capacidad de compra del salario, siendo una situación que viene de arrastre desde el gobierno macrista.
Queremos evidenciar, que en apenas unas semanas, pese a la existencia de un Decreto de Necesidad y Urgencia que prohíbe despidos, las trabajadoras y los trabajadores sufrimos más de 200.000 cesantías y más de 300.000 vieron reducidos sus salarios entre un 30 y un 50%. Estas reducciones salariales afectan profundamente a la enorme mayoría que tienen haberes menores a $ 30.000 (salario promedio, que está muy lejos de cubrir la canasta familiar).
No es tiempo de conciliaciones, sino de defensa de los intereses y derechos de las trabajadoras y los trabajadores, Frente a quienes claudican, entregando salarios y derechos, hoy más que nunca, se hace notoria la necesidad de construir unidad de los sectores gremiales y sociales dispuestos a defender los intereses de la clase trabajadora ocupada y desocupada.»
Santa Rosa, La Pampa, 1 de mayo de 2020
INTERSINDICAL LA PAMPA