En Wimbledon, Gustavo Fernández derrotó por 4-6, 6-3 y 6-2 al japonés Shingo Kunieda y se quedó con su tercer Grand Slam de la temporada. Además alcanzó el puesto 1° del ranking mundial.
La tercera fue la vencida y Gustavo Fernández (2°) se dio el gusto de gritar campeón bien fuerte en Wimbledon por primera vez en singles. Tras dos finales perdidas en el césped de la Catedral y ante el mismo rival, el argentino derrotó al japonés Shingo Kunieda (1°) y se sacó la espina y volverá a estar en lo más alto del ranking.
A sus 25 años Gustavo Fernández hace cada vez más gigante su historia en el mundo del tenis adaptado. El argentino se impuso por primera vez en Wimbledon y recuperó el puesto 1 del mundo. Con este nuevo trofeo alcanzó su título número 24 y su quinto Grand Slam, después de haberse consagrado también en dos oportunidades tanto en Roland Garros como en Australia.
«Ni siquiera lo había soñado. Es muy difícil consagrarse acá. Sólo mi equipo sabe lo duro que trabajé para conseguir esto. Significa muchísimo para mí y es difícil expresarlo con palabras» comentó.
Sumamente profesional, Fernández estuvo asistido por gran parte de su grupo de trabajo, pese a los altos costos económicos que ello representa (por haber ganado el título embolsó un cheque de 46.000 libras; Kunieda, asimismo, ganó 23.000). El entrenador Fernando San Martín, el kinesiólogo Juan Carlos Varela, el sparring Juan Ignacio Crespo y Santiago Sánchez, un catedrático argentino que es director de una maestría en la Universidad de Bath y trabaja la concentración con el tenista (solo faltó el preparador físico Matías Tettamanzi), estuvieron junto con el «Lobito».
