En las últimas horas, falleció el excomisario Ángel Garay, el policía que en el año 1947 -como operador radiotelegrafista, que cumplía funciones como encargado del Destacamento Policial en el paraje «Paso de los Algarrobos»- le envió al presidente de la Nación, Juan Domingo Perón, un telegrama describiendo las nefastas consecuencias sociales, productivas y ambientales derivadas del corte del río por parte de las autoridades mendocinas.

Este año, cuando se cumplieron 75 años de aquel acontecimiento, se estrenó un videoclip de la «Zamba del río robado», que fue realizado por Megafón Producciones y contó con el acompañamiento de la Secretaría de Recursos Hídricos de La Pampa, Secretaría de Cultura de La Pampa, Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Santa Rosa, Asamblea por los Ríos Pampeanos, Municipalidad de Santa Isabel y Municipalidad de Algarrobo del Águila.

Ángel Garay Ingresó a la Policía en 1945 como agente, y se retiró en 1968 con el más alto rango de entonces, comisario mayor. En La Pampa fue policía de Territorios, hasta la provincialización, y después en la misma condición se desempeñó en Río Negro para llegar al punto más alto del escalafón.

Actualmente, Garay residía en Viedma, Río Negro. En los últimos años fue objeto de diversos homenajes en La Pampa, justamente por haber sido el iniciador de una gesta de defensa de los recursos hídricos que aún continúa: en 2015 la Legislatura provincial lo homenajeó -fue declarado ciudadano ilustre-, y el 29 de agosto de 2018 -Día de la Policía Provincial- fue distinguido por la fuerza, por el Gobierno y por el pueblo pampeano por aquella acción.

Lo que pasó con el Atuel constituye el principal fundamento de los reparos que se están presentando en la región respecto a la construcción de Portezuelo del Viento, en Mendoza, sobre el río Grande, afluente del río Colorado.

El temor real es que Mendoza termine administrando la represa en su favor y haya más problemas que los actuales respecto al bajo caudal que presenta el río Colorado aguas abajo.

Garay ingresó a la fuerza cuando corría 1945 desempeñándose como telegrafista en Algarrobo del Águila. Dos años después, impresionado por la terrible sequía y las consecuencias del corte del río Atuel, fue que se decidió a escribirle al General Juan Domingo Perón, por entonces presidente de la Nación.

Ángel recordó no hace mucho que no lo hizo como un simple ciudadano, sino en su condición de policía: «Fue un acto de servicio», manifestó.

E insistió con el concepto: «fue un acto de servicio, no la ocurrencia de un ciudadano en forma particular… y me siento orgulloso de haber actuado de esa manera. Una lástima que después de tanto tiempo transcurrido las cosas estén igual o peor que entonces…», completó.

Su carta sería la primera alerta que recibiría el Gobierno nacional del desastre ecológico que estaba produciendo la provincia de Mendoza, en el oeste de La Pampa. Su misiva se constituiría en el primer antecedente de la lucha pampeana por el Atuel.

 

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