COLUMNA DE HISTORIA POLÍTICA CON DANIEL CAMPIONE

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Este viernes, en «el mundo vive equivocado» nos acompaña Daniel Campione en la columna de historia política. Conversa sobre los movimientos huelguistas de la década del 80.

Los tempranos conflictos obreros en la Argentina no se encuentran tanto en la memoria colectiva de los argentinas y argentinas. A fines de la década de 1870, ocurrieron movimientos huelguísticos que van a alcanzar gran auge en la década del 80.

En relación al período de Argentina, atravesaba el auge de exportaciones agrarias, el país recibía inversiones extranjeras para obras de infraestructura, como también el sistema bancario y presentaba un crecimiento económico acelerado. Argentina iba convirtiéndose en un gran país y la ciudad fue creciendo aceleradamente.

Las clases dominantes negaban que existiera una cuestión obrera, para ellos los salarios eran altos y había empleo, juzgaban que las huelgas obreras eran de afuera, de inmigrantes. Se los consideraba como agitadores, perturbación del orden y tendencias disolventes del orden social.

Los trabajadores comenzaban a preservarse en distintas organizaciones y asociaciones. Estaban los sindicatos llamados “sociedades de resistencia” y también había organizaciones de colectividades extranjeras.

La primer huelga de la ciudad de Buenos Aires, huelga de los obreros gráficos del año 1888 “tipógrafos” desataron una huelga, reclamaban la reducción de la jornada de trabajo “muy propio de la época” como mínimo pedían que se redujeran a 10 horas diarias y también hubo demandas salariales. Obtuvieron las demandas de parte de los patrones y la historia de la huelga empezó con este triunfo obrero.

Eran pocas las huelgas que se realizaban, no eran más de una docena de huelas. Fueron huelgas con repercusiones públicas y reflejados en los periódicos. La prensa burguesa también reflejaba estos conflictos.

Se produce en el año 1888 una huelga famosa en enero, llamada huelga de los trabajadores domésticos, afectaba a servicios cotidianos, trabajadores gastronómicos y trabajadores de cocina. Luchaban para que todos los trabajadores tuvieran una libreta de trabajo, donde entre otras se encontraría el desempeño de trabajadores. Esta libreta abarcaba a sectores de los servicios.

Hubo reuniones obreras desalojadas por los policías, pero no desalentaron el conflicto. Los empleadores le pidieron al intendente dar lugar a la libreta. La situación volvió a la prestación del trabajo y se provocó un éxito huelguístico.

También ocurrió la huelga de los panaderos, un conflicto de la época, se caracterizaba por su radicalidad, era de dirección anarquista. En esta huelga, influyó la medida de fuerza de trabajadores domésticos. Las demandas eran salariales y de jornada de trabajo. Impusieron sus reclamos a las autoridades de la ciudad. Las prensa y el gobierno se opusieron con mayor fuerza y la ofensiva de los trabajadores tuvo resultados. Los propietarios de panaderías aceptaron los reclamos.

Se demostraba en estas tempranas protestas que las movilizaciones grupales tienen mejores respuestas. Se debe destacar la importancia de los movimientos obreros en Argentina, de clase obrera y trabajadores asalariados dando su pelea.

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