Colombia Informa conversó con la lideresa campesina Joana Pinzón, quien hace parte de la Asociación Nacional Campesina José A. Galán Zorro –Asonalca- y del Coordinador Nacional Agrario –CNA-. Ella explicó algunas de las exigencias y reivindicaciones que tiene el campesinado en Colombia, durante la Convención Campesina realizada en Bogotá y que inicio el dos de diciembre y en la cual campesinas y campesinos de todo el país sesionarán durante tres días, en la Universidad Nacional de Colombia.
Colombia Informa: ¿Qué expectativas tienen ustedes de este encuentro campesino?
Joana Pinzón: Hay muchas expectativas por ser el primer escenario de este tipo donde se convoca al campesinado de todo el país para poder revisar cuáles son las propuestas y apuestas para superar el problema agrario existente en Colombia.
Desde Asonalca que hace parte del Coordinador Nacional Agrario venimos a este escenario con el propósito de poder presentar propuestas y construir una política pública para el campesinado, pero también iniciativas específicas frente a los problemas de hambre, el problema ambiental, el problema minero-energético, como solucionar esa concentración de tierras que existe en el país, el reconocimiento del campesinado, entre otros, digamos que una serie de propuestas que no son nuevas ni son de ahora, sino que se han venido construyendo y postulando a través de los diferentes escenarios de movilización, a lo largo de la historia de Colombia.
Como organización campesina venimos con grandes retos sobre como poder apostar y poder dejar plasmadas en cada una de las mesas de trabajo nuestras propuestas que van mucho más allá de una reforma agraria integral y popular, que vincule a otros sectores populares con el fin de poder superar el problema agrario, el hambre y ese sinnúmero de dificultades que han impedido que el campesinado y como tal el agro, realmente desarrollen las fuerzas productivas.
CI: Ustedes están apostando por el reconocimiento del campesinado. ¿Qué es lo más complicado para poder lograrlo en el contexto actual, teniendo en cuenta la existencia de un gobierno que es considerado progresista?
JP: Yo creo que es de acuerdo con las diferentes miradas que se tiene sobre que es el campesino. Desde el Coordinador Nacional Agrario hemos venido trabajando sobre una propuesta del reconocimiento del campesinado desde hace varios años. Hoy con este nuevo gobierno se viene impulsando un proyecto de ley que reconoce al campesinado y donde reconoce la declaración de Naciones Unidas sobre sus derechos.
Es importante que se logre avanzar en que se reconozca al campesino como un sujeto político, social, histórico, de clase que ha luchado por el territorio y que ha aportado al país. Creo que a veces nos quedamos cortos en poder decidir qué es el campesino y lo que significa para la historia del movimiento social y para poder superar ese problema agrario que tiene el país.
Es un reto poder llegar a un consenso entre las diferentes miradas de lo que significa y que esto quede plasmado, pero que también el gobierno pueda recoger y cumplir con las decisiones que salgan de las discusiones de las diferentes organizaciones presentes en esta Convención Campesina.
CI: Ustedes han trabajado sobre las reivindicaciones de la tierra no solo en este gobierno, sino desde hace muchos años. Si bien el gobierno está tratando de avanzar en el este tema, ustedes están hablando de más de diez millones de hectáreas ¿Cómo se puede hacer esto?
JP: Esa cifra sale del análisis frente al tema alimentario y sobre la crisis de hambre y de poder decir cuántas son las tierras que se necesitan para poder cultivar los alimentos que nos vamos a consumir los colombianos y colombianas. Durante la presentación de la ministra de agricultura dijo que en Colombia estamos 51 millones de habitantes, de los cuales, más de siete millones están sufriendo una crisis alimentaria.
Nosotros hemos dicho que se necesitan las tierras productivas para generar más alimentos. Hemos planteado que un mecanismo es la recuperación de las tierras que fueron arrebatadas por medio de la violencia estatal, de los empresarios, de los paramilitares, de las transnacionales para ponerlas al servicio de las comunidades campesinas, de los jornaleros, de los trabajadores agrarios para producir comida.
También hemos desarrollado la declaratoria de territorios campesinos agroalimentarios como una figura de las comunidades campesinas para priorizar la producción alimentaria de manera orgánica y agroecológica; pero también para generar una relación de equilibrio armónico y dinámico entre nuestra producción y la tarea que como campesinos y campesinas tenemos, como son: el cuidado del territorio, la naturaleza, el ambiente y de todos los bienes que utilizamos para satisfacer nuestras necesidades.
Le hemos planteado al gobierno que vamos a seguir en el ejercicio de las recuperaciones de tierras, que se deben titular esas tierras a las comunidades campesinas, a las organizaciones de proletarios y asalariados agrarios. También seguiremos en nuestro ejercicio autónomo de poder popular en los territorios campesinos agroalimentarios, que tienen una junta de gobierno propio y una guardia interétnica, campesina y popular que son quienes lideran los mandatos populares en cada uno de estos territorios.
