Las recientes elecciones y la arrolladora victoria Andrés Manuel López Obrador en el país de Villa y Zapata, mostraron un anunciado cambio de rumbo en sus políticas económicas y sociales.
Uno de los aspectos mas difíciles que deberá enfrentar son las relaciones con su vecino del norte. Estados Unidos gobernado por un hombre como Donald Trump, con políticas xenofobas, persecutorias contra los inmigrantes, especialmente latinos, y que en materia económica despliega medidas proteccionistas, serán un obstáculo importante.
«No aceptaremos el maltrato a los migrantes por parte de Estados Unidos», fue tajante López Obrador o AMLO, como es conocido por los aztecas. Durante su campaña anunció que respetará la autodeterminación de los pueblos, por lo que es de presumir que exigirá lo mismo a los demás países, Estados Unidos incluido.
El presidente electo ANDRÉS López Obrador, se encuentra con un país sumergido en la pobreza, la desocupación y la corrupción.
El nuevo presidente mexicano, que ya fue candidato y perdió dos elecciones anteriores, asumió el compromiso de aumentar salarios, crear un millón de empleos en su gestión y contratar a dos millones de jóvenes como aprendices, capacitándolos.
Para producir cambios sociales anunció que pondrá el acento en la educación, y garantizará el acceso gratuito a la escuela, otorgará becas y habrá ayuda mensual a los chicos de los hogares mas pobres.
En materia de salud, se comprometió a dar atención y medicamentos gratuitos en los hospitales públicos para los ciudadanos de menores recursos, y otorgará pensiones a las personas con discapacidad hoy olvidadas por el Estado.
En tanto, en lo económico impulsará la producción en los sectores agropecuarios, en la actividad pesquera y forestal.
Otro aspecto crucial que deberá enfrentar es la extrema violencia, (33.000 desaparecidos y 130 políticos asesinados en los últimos años), la corrupción y el narcotrático, arraigados en todos los niveles sociales de México, lo que hace prever fuerte cambios en su política de seguridad pública.