Han dejado de ser rumores o intenciones y se ha transformado en una realidad dolorosa para todos los argentinos, las condiciones del acuerdo que el gobierno ha firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Las 125 paginas de este informe, lleva confirma los peores augurios. Tiene como meta reducir el déficit primario para este año a un 2,7% y llegar a un 1,3% el año próximo del Producto Bruto Interno, (PBI).
El ajuste iniciado en diciembre de 2015, se verá incrementado.
Si bien el gobierno nacional ya venía con una política de reducción del empleo público con despidos en distintas reparticiones nacionales, lo firmado establece como una de las condiciones a cumplir por el Estado Argentino, la de reducir aun mas la planta de empleados para bajar el gasto con una política consistente en reemplazar únicamente a la mitad de los empleados que se jubilan.
Otra de las condiciones que este acuerdo establece con el FMI, es la paulatina reducción de la jubilación mínima que hoy está en $ 8.096 y la intención es establecer una pensión contributiva financiada por impuestos corrientes.
Qué significa esto, exigir el aumento de la edad jubilatoria y llevarla a los 70 años como dice la reforma previsional e igualar la edad para jubilarse a los hombres con las mujeres.
Tambien exige como meta acelerar la baja de los subsidios a la energía. Por lo tanto, mas tarifazos al gas, la energía eléctrica y los combustibles.
Otro de los efectos que va a traer el acuerdo con el FMI, es que se recorten los gastos en salarios, bienes y servicios y reducir drasticamente transferencias a las provincias y municipalidades para reducir sus déficits fiscales. Ya el gobierno nacional está dando los primeros pasos y anhelaría que la oposición no le vote la ley de presupuesto del 2019 para aplicar un presupuesto en pesos del 2017.
Con la devaluación esto implica un brutal ajuste a provincias y municipios. También figura como exigencia que el empleo público sea reducido en las provincias.
Otra de las exigencias de metas a alcanzar es reducir al límite la cobertura de los convenios colectivos de trabajo, “modernizándolos” para aumentar aún más la flexibilización y precarización laboral con una política de paritarias con techo que sepultará la intención de los trabajadores de recuperar poder adquisitivo.
Otra exigencia es bajar las indemnizaciones, implementar contratos temporarios, pasantías y trabajo a medio tiempo o trabajo temporal y simplificar los procedimientos de despido.
Mientras los países centrales ejecutan políticas de proteccionismo para su industria, se le exige a la Argentina reducir las barreras al comercio, es decir, apertura indiscriminada de las importaciones y reducción de aranceles.
Desde el inicio del gobierno, el Presidente Mauricio Macri, ha desplegado políticas donde únicamente son favorecidos los grandes grupos económicos y las patronales y para aumentar una vez más la tasa de ganancia de estas empresas el acuerdo con el FMI les cae como anillo al dedo.
Buscarán bajar las contribuciones patronales. Es decir, los aportes que se hacían al sistema solidario de reparto Público de jubilaciones quieren bajarlo a un 10% del salario percibido por el trabajador activo y lo mismo a las obras sociales. El efecto colateral será la ruina del ANSES que recibirá muchos menos ingresos favoreciendo su desfinanciamiento para posibilitar así el retorno de las AFJP
Siguiendo con su política de beneficiar a los grandes ganadores, también este gobierno impulsa la eliminación total del impuesto a las transacciones financieras, o sea, el sector especulativo aumentará aun mas sus extraordinarias ganancias. Con estas medidas se prevee un largo periodo de recesión y disminución de la actividad económica.