COLUMNA DE «HISTORIA» CON DANIEL CAMPIONE 1973 / 1974

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La coyuntura electoral de 1973.

A partir de 1971, los partidos que nos ocupan se vieron frente a un proceso de elecciones nacionales. Ante el riesgo de que los alzamientos locales terminaran en rebelión , el nuevo presidente dictatorial, general Alejandro Lanusse, convocó a elecciones.
Buena parte de las fuerzas de izquierda no llegaron a evaluar el potencial de este proceso electoral, su capacidad de despertar entusiasmo en el grueso de la población, y en especial las masas obreras, en tanto posibilidad ciertade concretar la ansiada “vuelta de Perón”.
15 Oscilaron entonces entre el rechazo en bloque a lo que consideraban una apertura política amañada, y la participación electoral.

Los sectores más radicalizados, en especial desde el “clasismo” sindical, enarbolaron una consigna rotunda: “Ni golpe ni elección, revolución”. Ese lema constituía al comienzo una apuesta a que el calendario electoral fuera abortado por una insurrección triunfante, pero luego repercutió en actitudes abstencionistas frente a los comicios de 1973, cuando ya era evidente que la ansiada rebelión generalizada no tendría lugar.
El PCR hizo campaña a favor del voto en blanco, con la expectativa de que los ámbitos más
radicalizados se hicieran eco, y alcanzar un porcentaje significativo, como en las últimas elecciones presidenciales de Argentina, justo una década antes.
16 El resultado fue muy decepcionante, ya que los sufragios en blanco no fueron mucho más allá del 1%. Tanto los comunistas como el PST, en cambio, procuraron organizar o tomar parte en propuestas electorales y levantar candidaturas.

El Partido Comunista no tomó en cuenta las convocatorias a formar un frente de izquierda o en torno a “candidatos obreros” que hacían el PST, y algunos núcleos del sindicalismo radicalizado. Cuando los comicios eran inminentes, resolvió buscar una opción “frentista, no junto al peronismo, sino en una alianza con partidos definibles como de “centroizquierda”. Logró así integrarse en una entente en la que no tenía cuestionadores a su izquierda, ni debía disputar con nadie la pretensión de representar a la clase obrera o a la visión marxista. La coalición tomó la denominación de Alianza Popular

Revolucionaria (APR) y obtuvo más de ochocientos mil votos, equivalentes a poco menos del 8% del total de los sufragios a presidente. En ocasión de la segunda votación a presidente, en el mes de septiembre, los comunistas acordaron con sus socios de la APR la no presentación de candidatos, y convocaron a votar la fórmula encabezada por el general Perón, acompañado de su esposa.

El PST optó con firmeza por participar en las elecciones, levantando la bandera de la independencia de la clase obrera. El partido actuó movilizado por la preocupación de definir una fórmula presidencial de izquierda con algunas posibilidades de representar eficazmente el grado de desarrollo y combatividad de lo que visualizaban como lo más avanzado de la clase. Un “polo obrero y socialista” que llevara al plano político “…la experiencia de Sitrac-Sitram”.

Se dirige al líder sindical AgustínTosco18 ya en marzo de 1972: “Usted debe ser el futuro gobernador de Córdoba en nombre del polo obrero y socialista” y se lo exhorta a tomar parte “…en la formación de un gran movimiento político, el frente obrero y socialista.”
Esas convocatorias no cuajaron, y el PST se presentó a las elecciones de marzo de 1973 con candidatos propios, a presidente y vice, Juan Carlos Coral y Nora Sciappone.
19 Ya con miras a los comicios de septiembre de 1973, suscitados por la renuncia del presidente Cámpora y el vicepresidente Lima, el partido convergió con las inquietudes del PRT y un frente por él auspiciado, el Frente Antiimperialista y por el Socialismo (FAS)20
para promover nuevamente la candidatura de dirigentes obreros. Fue un momento de particular pugna entre PST y PC, en torno a la perspectiva de definir un frente “clasista”, con Tosco como candidato a presidente.

En parte influido por los comunistas, con los que mantenía estrechos lazos, terminó por rechazar la postulación. El PST atacó fuertemente la decisión de no presentar candidaturas y apoyar la fórmula Perón-Perón por parte del PC: “El XIV° Congreso hará época. Los diarios burgueses le dieron un gran espacio periodístico, tal vez porque allí se votó la trágica línea de no levantar candidatos propios y apoyar a la fórmula de la derecha peronista.”
En septiembre, fue candidato el mismo Coral, acompañado ahora por José Francisco Páez, dirigente del Sitrac-Sitram sumado recientemente al partido.

.En un momento de singular radicalización del conflicto social y la lucha política, que en principio debería serle propicio, el socialismo marxista había eludido la presencia electoral ostensible, o se había presentado con ofertas precarias, consiguiendo un caudal de votos por demás exiguo.

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