Finalmente el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, fijó de manera unilateral un aumento por debajo de los índices inflacionarios para el salario mínimo. Apenas un 25% y en cuatro cuotas que se terminarán de incorporar recién en junio de 2019. Las cámaras empresarias festejaron la decisión en silencio, los gremios se negaron a prestar acuerdo.
La evidente «falta de acuerdo» entre empresarios y gremios fue todo lo que el gobierno necesitó para hacer valer la decisión que ya había sido tomada -y anunciada- antes de convocar al Consejo del Salário que se reunió hoy por la tarde. «En la comisión del Salario Mínimo, Vital y Móvil y Prestaciones por Desempleo, encabezada por el secretario de Trabajo, Horacio Pitrau, se realizaron dos sesiones iniciales en las cuales no se alcanzó un acuerdo entre las partes presentes», justificaron en un comunicado desde la cartera Laboral.
Los 2500 pesos que se incorporarán al mínimo serán actualizados en cuatro tramos, 7% en septiembre, 6% en diciembre, 6% en marzo de 2019 y otro 6% recién en junio del próximo año.
Pablo Micheli, secretario General de la CTA Autónoma ratificó que «las centrales obreras no podemos aceptar un salario por debajo de la línea de la pobreza». Junto a la CTA de los Trabajadores y la CGT se negaron a prestar acuerdo a la maniobra y volvieron a exigir que se tome la canasta básica de alientos que fija el INDEC en 19.600 pesos como parámetro.
Como resultado de la reunión, también se incrementaron los montos correspondientes al mínimo y máximo de la prestación por desempleo que serán: $2.488 y $3.982 a partir de septiembre, $2.628 y $4.205 a partir de diciembre, $2.767 y $4.428 a partir de marzo de 2019 y $2.907 y $4.652 a partir de junio de 2019.