A través de una carta enviada por la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) las y los trabajadores expresaron su preocupación por dura realidad a la que se enfrentan a diario.
Tras la publicación de la carta, el presidente Alberto Fernández convocó a varios profesionales de la SATI, que se mostraron preocupados por el colapso que está viviendo el sistema sanitario en varias regiones del país, incluida la ciudad de Buenos Aires.
Arnaldo Dubin, integrante de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, lamentó que se autoricen reuniones sociales al aire libre ya que la situación es dramática porque el personal sanitario ha dado todo y está agotado.
“El personal sanitario ha dado todo y está agotado. Nos encontramos en una situación dramática, con una de las crisis sanitarias más grandes de la historia», dijo el miembro de la entidad en conferencia luego de la reunión con el presidente Fernández.
En ese sentido, precisó que, con el número actual de casos, el sistema está amenazado y no puede expandirse más: “Una cosa son las camas y los respiradores, pero otra es el personal sanitario, los médicos, kinesiólogos y personal intensivista, y eso está muy mal».
«Éramos pocos pero la pandemia desnudó la crisis estructural de nuestra especialidad. Estamos diezmados por la enfermedad, estamos agotados física y anímicamente, cometemos errores, nos contagiamos, compañeros han muerto, por lo tanto, la calidad de la atención que brindamos es cada vez menor», subrayó el integrante de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva.
“Algunos sostienen que estamos en una meseta y eso da tranquilidad. Pero nosotros no estamos de acuerdo con eso. Es una meseta con muchos casos y hay un riesgo de saturación del sistema sanitario. Estamos particularmente preocupados por la situación en las terapias intensivas, que antes de la pandemia ya era compleja. La pandemia no solamente desnudó las carencias estructurales y agravó la situación. Tenemos una sobrecarga de trabajo enorme, como jamás ocurrió antes. Hay compañeros fallecidos. Los resultados en terapias intensivas no son los mismos. La letalidad está aumentando, aún con valores mejores al resto del mundo”, finalizó.