El 19/12/2021 se produjo una movilización social que permitió la elección del candidato de la alianza amplia de la izquierda chilena, Gabriel Boric. Después de 48 años, en los que tanto la dictadura genocida de Pinochet, como la sucesión de los gobiernos de la concertación intentaron mostrar a ese país como ejemplo y fortaleza del sistema capitalista, el voto popular impugnó y repudió las bases estructurales del modelo neoliberal, es decir, la lógica actual del capital.
Es un proceso que reconoce sus antecedentes en la rebelión de los «pingüinos» en el 2006 y en el 2011, por derecho popular a la educación y en la movilización de carácter insurreccional del 2019, que cristalizó en la convocatoria a una Asamblea
Constituyente que se propone hacer realidad las demandas populares por la salud, la vivienda y la educación del pueblo trabajador.
A partir del triunfo de Boric, se han abierto debates en el campo popular respecto a las posibilidades reales de un cambio revolucionario, cuestionando el discurso moderado y los límites ideológicos del presidente electo. Desde la Corriente Política de Izquierda nos parecen importantes y necesarios dichos debates, tomando como punto de partida que no hay certezas respecto a caminos únicos para concretar el ideario emancipatorio; y profundizando el concepto podríamos afirmar que nunca los caminos transformadores estuvieron acompañados de certeza alguna.
Unos de los desafíos de la izquierda es comprender y hacer comprensible a la historia, es decir la racionalidad del proceso histórico: el hecho histórico sometido a las preguntas ¿qué pasó? ¿cómo pasó, por qué pasó? El sentido, la significación del triunfo de la izquierda en Chile está anclado en un pasado donde entre otras tantas injusticias, el poder y las instituciones del Estado creían haber logrado la impunidad de los genocidas.
Fue la lucha del pueblo, por fuera de toda institucionalidad oficial, la que mantuvo encendida la luz de la esperanza por la Justicia, que solo será posible y se hará realidad cumpliendo con las demandas populares. Un pueblo que pudo y supo atravesar tiempos de oscuridad y desesperanza, y lo supo hacer imaginando que otro orden social es posible, realizando las acciones
colectivas conducentes en tal sentido, como se expresa y se expresará en los mandatos de los constituyentes.
Creemos desde la CPI que se trata de un proceso emancipatorio en desarrollo y que tiene al pueblo como protagonista central.
En este camino existirán avances y retrocesos, sin duda. La valorización de los futuros acontecimientos necesariamente deberá partir de este contexto, donde se está forjando el poder del pueblo, contribuyendo a la dinámica de acumulación de
poder popular en toda la región latinoamericana y caribeña.
Buenos Aires, 22 de diciembre de 2021
Corriente Política de Izquierda