Terroristas radicados en Miami planifican acciones de desestabilización en los últimos meses de 2023 para que el fin de año sea «tétrico», revelaron fuentes en Estados Unidos, citadas por Razones de Cuba.
Según la información, la articulación contrarrevolucionaria –mal llamada– Fundación Patriótica se reunió en la tarde del domingo 1ro. de agosto para organizar acciones armadas contra nuestro país. El objetivo es «preparar las calles de forma paulatina», hasta llegar al fin de año.
Parte fundamental de este grupo es el terrorista Ibrahim Bosch, del grupúsculo Partido Republicano de Cuba.
Con estos oscuros fines –agrega el portal mediático cubano, que denuncia acciones de EEUU contra la Isla– la cuadrilla terrorista cuenta con un alijo de fusiles y pistolas de varios modelos, comprados en Centroamérica.
El presupuesto empleado hasta el momento para apertrechar a los mercenarios asciende a más de 5 000 dólares.
Las tentativas violentas incluyen ataques contra la Guardia Costera de Estados Unidos, a fin de atribuirle los disparos a las Tropas Guardafronteras cubanas, con el objetivo de causar un problema diplomático entre ambos países.
Asimismo, la ofensiva comunicacional en este contexto estaría dirigida a realizar campañas para promover la inseguridad y el miedo, a través de noticias falsas.
CONTRARREVOLUCIONARIOS ACTÚAN PARA MIGRAR HACIA ESTADOS UNIDOS
Por otro lado, dentro y fuera del país se articulan grupúsculos, cuyo objetivo poco tiene que ver con la «libertad» de Cuba que tanto dicen defender: utilizan la política como una vía de recibir dinero fácil para obtener beneficios económicos, migrar del país y encontrar las puertas abiertas cuando llegan a Miami.
Razones de Cuba explicó que fuentes del otro lado del Estrecho de la Florida confirman este proceder.
Por ejemplo, agregan, Joel Brito, cabecilla del llamado Grupo Internacional para la Responsabilidad Social Corporativa en Cuba (GIRSCC), ha participado en eventos junto al reconocido terrorista Orlando Gutiérrez Boronat, y defiende en público a estos «opositores», pero, entre dientes, reconoce su falsedad.
En un audio, que salió a la luz, se queja del esquema utilizado para salir de Cuba y establecerse en Miami por parte de estos ilusorios disidentes.
Alude a cómo utilizan incluso a sus familias para montar un espectáculo ante la opinión pública, para luego valerse del pretexto de la supuesta persecución política.
Tras la brevedad del show dentro de Cuba, utilizan a los testaferros de Miami «como si fuera una agencia de viajes», argumenta el sitio.
Reconoce que el Gobierno cubano tiene razón en cuanto a cómo estos personajes «provocan a la policía (…) forman un liíto» y usan las citaciones legales a manera de evidencia para cruzar la frontera de México con Estados Unidos. «Si tú te quieres ir, dilo por lo claro. Nadie te va a decir que no te vayas. Pero no utilices», reclama Brito.
FINANCIAMIENTO DE PROGRAMAS SUBVERSIVOS EN CUBA POR ESTADOS UNIDOS
El Congreso de Estados Unidos, tan solo en 2022, declaró la asignación de más de 35 000 000 de dólares a programas subversivos encabezados por el Departamento de Estado, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) y la Fundación Nacional para la Democracia (NED).
La NED
desglosa su presupuesto para manipular diversos ámbitos, con énfasis en plataformas comunicacionales subversivas («Libertad de información»), grupos sociales contestatarios («Sociedad Civil») y los proyectos económicos enfocados en promover la ideología capitalista, lista Razones de Cuba.
Las alternativas académicas y religiosas encauzadas hacia los intereses de Estados Unidos también son objeto de apoyo federal: desde enero, han sido financiados más de 40 programas de este tipo, relacionados con el cambio de sistema sociopolítico en la Mayor de las Antillas; para ello, empleó el pasado año más de siete millones de dólares.
Por otro lado, la Usaid admitió públicamente haber usado más de siete millones y medio de dólares en proyectos de desestabilización contra la Isla durante el pasado año. En el transcurso de 2023, ya van por seis millones y medio.
El Gobierno norteño destina cada año millones de dólares a financiar el esquema anticubano. La mayoría de ese capital termina en organizaciones para «promover la democracia en Cuba», empleadas por sus escasos integrantes para llenarse los bolsillos. La ideología y los principios poco tiene que ver en esta cuestión.