Es evidente que el medioambiente no es solamente una discusión de la naturaleza, todo lo contrario tiene que ser un debate de todxs, de cómo enfrentamos los problemas ambientales y que acciones generamos para entender las causas de estas consecuencias.
Por eso lo que está pasando a nivel país no escapa de una política fascista, racista, pero también anti-ambientalista, extractivita, y fuera de todo escrúpulo cuando se trata de derechos para el pueblo.
El análisis preciso de Ramón Gómez Mederos, nos hace interpelarnxs, vernos introspectivamente sobre qué país queremos y hacia dónde vamos, en un todx que es lo que somos, un conjunto de cosas que entre ellas se encuentra también nuestro ecosistema.