El fin de semana se llevó a cabo en Catamarca la Cumbre Latinoamericana del agua para los pueblos. Conto con más de 600 personas y diversas organizaciones socioambientales que expresaron un fuerte rechazo al modelo extractivo.
Además se puso el acento en el agua como un derecho fundamental y en los límites de la democracia delegativa.
La sede fue la Universidad Nacional de Catamarca. Con el aula magna repleta, Marcos Pastrana, referente del pueblo diaguita, hizo un recorrido histórico del saqueo de los países del norte sobre América Latina.
“Si matan el agua matan la cultura y la vida de los pueblos. No hay derechos humanos si no se respeta la naturaleza” afirmo, y dijo “Las mineras compran gobernantes, compran jueces y periodistas, pero no podrán las conciencias de los que luchan en defensa del territorio”
El encuentro contó con la presencia del Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel. “No estamos acá solo por el agua. Estamos para enfrenar la dominación del capital sobre los pueblos. Cuando se entrega territorios a las multinacionales se está perdiendo soberanía”, aclaró y definió a la megaminería como “un saqueo colonial”.
“Se debe cumplir el derecho de los pueblos a la autodeterminación, al ambiente sano, al desarrollo, a la soberanía. Tenemos derecho a vivir dignamente. Si se vulneran estos derechos deja de ser democracia”, afirmó.
“No tenemos miedo. El agua vale más que el oro”, comenzó su discurso Nora Cortiñas y arrancó una oleada de aplausos y gritos de aprobación. Con el emblemático pañuelo blanco en su cabeza y con el verde en su muñeca izquierda, recordó a Santiago Maldonado, a Rafael Nahuel “y a todos los muertos que no aparecen en los diarios”.
Reivindicó la lucha de los pueblos originarios, lamentó que en Argentina “muchos se enteren tarde” de la violación de derechos que sufren las comunidades indígenas y remarcó que muchas de las luchas actuales son por las tierras. Unió conceptos, actores y acciones que hacen al mismo modelo: extractivismo, pérdida de soberanía, imperialismo, multinacionales, deuda externa. En el final, puño en alto, llamó a “transformar la protesta en propuesta” y a “no dejar nunca las calles”.