Relato de una compañera que vive en España

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La siguiente es una entrevista realizada por Silvina Pellitero, integrante del programa “Ni tarde ni nunca, hoy” que se transmite por Radio La Tosca. En el audio se describe la situación de un pueblo pequeño al sudoeste de España, cercano al río Guadiana y a la frontera con Portugal, que no sólo esta en cuarentena sino también contaminado.

Quien habla, Rosa López de 45 años, introduce el relato y dice “es una ciudad pequeña, confortable pero que esta muy contaminada por un polvo químico que emite gases contaminantes desde hace 80 años”. El agua del río que corre por el tramo de Extremadura no se pueda usar para abastecimiento, baño, riego e incluso para usos industriales, pues aquí presenta los peores niveles contaminación de todo el curso. “Nos dan reacciones alérgicas, asmáticas, problemas respiratorios” comenta Rosa.

Ante la amenaza de la pandemia, el lunes 16 de marzo se estableció la cuarentena y se les obligó a quedarse en casa “con órdenes de restricción que no hemos conocido en mi generación” expone en su relato y aclara que el estado de alarma se extenderá por 15 días.

Continúa explicando que “Desde entonces estamos en casa y sólo salimos para trabajar: los trasportistas, comerciantes, sanitarios; las clases están interrumpidas y el trabajo desde casa se facilita”. Ella trabaja en Ayuntamiento de su ciudad, esta aislada porque puede trabajar desde su casa; se comunica con su familia por teléfono o whatsapp.

El mayor problema, declara Rosa, es la escasez de reactivos para detectar cornavirus consecuentemente los casos diagnosticados son muy poco. Y el Estado no tomó medidas hasta pasados los 43 días. Además afirma “la gente no esta lo suficientemente concienciada” se refiere al hecho de que la gente continúa saliendo como si no hubiera ninguna alarma lo cual genera preocupación.

“No tengo ningún efecto de confinamiento, de hecho me esta viniendo bien” asegura y tiene presente que la situación es dinámica por lo que puede cambiar en cualquier momento. Concluye diciendo “Nos tenemos que dar cuanta que es un punto de inflexión para tomar conciencia. Es un aviso para tomar conciencia y cambiar de actitud”.

Relato de una compañera que vive en España.

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