En unas sorprendentes declaraciones, Guaidó, líder del Parlamente se autoproclamó como «nuevo Presidente a cargo». La derecha golpista que recurrentemente pierde las elecciones presidenciales, vuelve a la ofensiva.
Sin respetar la voluntad popular, con elecciones realizadas sin proscripciones. Los organismos que controlaron las últimas elecciones, avalaron las mismas, sin denuncias de fraude. Esta ofensiva de la derecha en el continente, empezó a actuar con el desconocimiento del presidente Maduro. A coro repitieron el discurso norteamericano calificando de dictadura a la democracia venezolana. En Argentina, Macri asumió rapidamente esa postura. En tanto, Donald Trump, no descarta ninguna hipótesis de intervención. La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, dijo este martes que el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, pretende realizar un “llamado abiertamente a un golpe de Estado en Venezuela”.
Hoy Venezuela en América Latina aparece como aislada y solo cuenta con el apoyo de pocos países como México, Bolivia y Cuba. Por el contrario 19 países reconocen al auto proclamado presidente de la Asamblea Nacional.
Un sector determinante son las fuerzas armadas. El ministro de Defensa dijo que los militares no aceptarán a Juan Guaidó. Vladimir Padrino dijo que la Fuerza Armada «será garante de la soberanía nacional. Los soldados de la patria no aceptamos a un presidente impuesto a la sombra de oscuros intereses ni autoproclamado al margen de la ley».
El Presidente de Estados Unidos reconoció al autoproclamado y tras él inmediatamente Macri y Bolsonaro hicieron lo mismo. El motivo oculto del ataque de la derecha es voltear uno de los últimos países considerados progresistas de América Latina. El otro son las enormes reservas de petróleo de Venezuela.
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