Bandidos de la banda Canaan abrieron fuego contra una manifestación organizada este sábado 26 de agosto por iniciativa del pastor Marco, cuyo verdadero nombre es Marcorel Zidor. El informe parcial arroja al menos 20 muertos y varios heridos de bala.
El país vivió este sábado una nueva tragedia. En el origen de este trágico suceso, el pastor Marco de la Iglesia Evangélica Piscine en Bethesda.
El reverendo tomó la iniciativa de una multitud de fieles cristianos y decidió desalojar a la banda que operaba en Canaán, que operaba en la entrada norte de la capital.
Llegados al bastión de la pandilla, los hombres de “Ti Jeff” abrieron fuego contra la multitud.
Al menos cinco 20 jóvenes devotos de ambos sexos fueron asesinados por los bandidos. Los delincuentes filmaron los cadáveres de las víctimas y compartieron el video en las redes sociales.
Varios centenares de personas participaban en la protesta que partió de la iglesia dirigida por Marcko, algunos vestían camisetas de la congregación y llevaban machetes o palos en la mano, armas que no pudieron protegerlos de las bandas contra las que se manifestaban.
“En videos difundidos, que se han vuelto virales en las redes sociales, podemos ver a personas tendidas sobre su sangre. Una voz en off, la de uno de los bandidos, reivindica el ataque”. Identifican a los manifestantes como miembros de la Iglesia Piscine de Bethesda, liderados por Marcor el Zidor, situada en la entrada norte de la capital haitiana.
Los periodistas que cubrieron la manifestación hablan de más de una docena de heridos de bala.
Mientras el pastor Marco y sus seguidores se dirigían hacia el barrio donde se encuentra la pandilla de Jeff, miembros de la pandilla intervinieron e impidieron que los cristianos llegaran a Canaán. Según miembros de su iglesia, el iniciador de la manifestación resultó herido.
Si en las redes sociales aumentan los llamados a la detención del pastor, el líder de la asamblea sigue desaparecido. No ha dado ninguna noticia hasta el momento.
Según fuentes de la asamblea, por el momento es imposible hacer un balance exhaustivo y detallado. Varios miembros de la asamblea mueren, otros resultan heridos y algunos están desaparecidos.
Como ocurre con otras masacres desde hace varios meses en Haití, no hay noticias oficiales de las autoridades de facto.
La mayoría de los barrios del área metropolitana de la capital, Puerto Príncipe, donde las balas crepitan constantemente, sufren sucesivos ataques de diversas bandas armadas, que siguen cometiendo sus crímenes con total impunidad.
