Un nuevo aumento a los combustibles ha sido autorizado por el gobierno nacional que aviva el fuego de la inflación. El incremento llega al 10 % en las naftas y gasoil y se espera otro incremento antes de fin de año.
Los sectores de la sociedad que dependen de ingresos por salarios, serán los mas perjudicados. Pagarán el aumento dos veces, uno como compradores de combustibles y otra vez como consumidores por vía indirecta.
Una de las maneras de incrementar la inflación en forma inmediata, es aumentando las tarifas y los combustibles. Son componentes de los costos de producción y como tales se trasladan a los precios.
Este será un nuevo asalto al bolsillo. Se produce de forma deliberada. La política del gobierno en energía es la dolarización y el ajuste a los precios internacionales. No se tiene en cuenta los costos de producción en Argentina y este es uno de los secretos mejor guardados de las multinacionales.
No se sabe cual es el costo de producción del petroleo, gas o el costo de generación eléctrica de una central térmica, hidroeléctrica, nuclear o eólica. Las multinacionales realizan una declaración jurada y ese es el precio de referencia.
En las audiencias públicas no hay precisiones del valor real de la energía. El propósito es maximizar ganancias de las multinacionales en perjuicio de todos los consumidores. Esta política energética pone en crisis a las pequeñas y medianas empresas que no pueden pagar tarifas desfasadas y exorbitantes y destruye empleos.
Miles de PyMES cierran y muchos mas miles quedan en la calle, sin posibilidades de conseguir trabajo decente y estable. Los que no son excluidos pierden poder adquisitivo de sus salarios.
