En menos de un mes los bombardeos del ejército israelita sobre la población indefensa de Gaza, han provocado más de 8000 fallecidos, más de 20 000 heridos, y la mayoría son niñas, niños, adolescentes, mujeres, algunas de ellas embarazadas y ancianos.
Han destruido hospitales, escuelas, viviendas y centros religiosos, con la convicción de que el único palestino bueno, es el palestino muerto. Cuanta crueldad y cinismo caracterizan al régimen sionista de Israel. Con el pretexto de castigar a la resistencia palestina, asesinan a las madres y a sus hijos.
El antisemitismo contra Palestina perpetrado por el Estado terrorista de Israel responde sólo a los intereses económicos y geopolíticos de dominación imperialista, que lidera los EEUU con el apoyo cobarde e inaceptable de la Unión Europea.
En momentos de tanto dolor, me solidarizo con el pueblo palestino, y me uno al reclamo mundial por el cese inmediato del genocidio en Gaza.
Me uno a todas las voces que se pronuncian en contra de la usurpación colonial de los territorios palestinos, a la persecución cruel y despiadada de su ciudadanía.
Es momento de pedir la libertad de los prisioneros palestinos para garantizar la de los militares israelitas secuestrados.
Me solidarizo también con las personas de fe judía, que enfrentan al sionismo con dignidad y valentía en todo el mundo. Me uno a quienes condenan las violaciones del derecho internacional por el Estado de Israel, y gritan: No en nuestro nombre o Palestina desde el río hasta el mar.
En estos días terribles del genocidio en Gaza, me ha conmovido escuchar el sonido tierno de la palabra habibi (mi amor) entre los sollozos de niñas y niños cuando besan por última vez a sus seres queridos, junto a las escenas desgarradoras de madres, padres, hermanos, personal de la salud que lloran desesperados por las vidas inocentes arrancadas por la barbarie sionista.
La humanidad siente un dolor incurable y una indignación que lacera cada día.
La dictadura sionista del Estado terrorista de Israel no tendrá el perdón de Dios ni el de la humanidad. Los pueblos no olvidarán la cobardía de los mandatarios que se opusieron al cese del genocidio en Gaza cuando se aprobó por resolución en las Naciones Unidadas.
Palestina es y será siempre tierra árabe, junto a cristianos y judíos originarios. Sus mártires renacerán de las cenizas para seguir luchando por la soberanía plena de Palestina y por la paz mundial.
Pido que cada día dediquemos un minuto de silencio por las víctimas de Gaza, por los mártires del sionismo y los desmanes del imperialismo.
Invito a todas las mujeres a unir sus voces por la paz en Palestina. El mundo está con Palestina, la humanidad desea la paz.
Quien se levante hoy con Palestina, se levanta para todos los tiempos.
Palestina vencerá.
Fuente: Cuba en Resumen
