Desde el 11 al 13 de enero las entidades nucleadas en la mesa de enlace iniciarán medidas de protesta con un cese en la comercialización de granos. Las medidas se realizan en rechazo al cierre de las exportaciones de maíz dispuesto por el Gobierno nacional hasta el mes de marzo .
El sector empresario, estrechamente vinculado a la derecha política, está representado por la Mesa de Enlace que aglutina a la Sociedad Rural, Confederaciones Rurales, Coninagro y Federación Agraria. Del lockout patronal no participa Coninagro.
El gobierno nacional tomó la decisión de cerrar por 60 dias las exportaciones de maíz porque el consumo interno indica la necesidad de suspender las exportaciones de maíz por dos meses. Busca de esta manera, garantizar el abastecimiento de alimentos a la poblacion.
El Ministro Gabriel Katopodis salió a descalificar las medidas y anunció que “el gobierno no se va a mover un centímetro. Va a marcar y va a pararse defendiendo el interés del conjunto de los argentinos”
Por su parte las entidades patronales en defensa de sus negocios se oponen porque “cerrar las exportaciones es el peor camino para contener la inflación o brindar garantías de seguridad alimentaria”. En el mismo comunicado afiman: “No vamos a convalidar medidas de esa naturaleza” y lleva la firma de José Martins, Presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires en representación de 57 entidades del Consejo Agroindustrial Argentino
La denominada oligarquía terrateniente inicia un nuevo conflicto donde los perjudicados será el pueblo consumidor de alimentos, como siempre. Cuentan con el apoyo de las grandes empresas multinacionales vinculadas a la exportación agraria como ADM Agro, Cargill, Cofco, Molinos Agro, Bunge, Aceitera General Deheza, Dreyfuss, entre otras.
El sector patronal quiere aprovechar la coyuntura del ascenso del precio internacional del maíz ubicado en 193 dólares la tonelada, siendo éste el precio más alto de los últimos 6 años. La medida dispuesta por una minoría que privilegia sus extraordinarias ganancias anticipa escases de alimentos e inflación. Profundizará aún más la grave situación de la casi mitad de la población ubicada por debajo de la línea de pobreza.
