Las elecciones en Córdoba confirman el derrumbe electoral de la alianza de derecha que gobierna el país al punto de perder la capital provincial. Quienes mas han perdido son los radicales. La ciudad de Córdoba era gobernada por el radicalismo desde el retorno de la democracia, sin interrupciones.
Se puede considerar como aplastante la ventaja obtenida por el gobernador Schiaretti, sobre el candidato de Cambiemos, Mario Negri. En tercer lugar quedó el candidato radical, Ramón Mestre, actual intendente de Córdoba capital.
Escrutadas casi el 99% de las mesas Schiaretti llega al 53,97%; Mario Negri, 17,78% y Ramón Mestre !0,94%
El impacto del resultado en las filas de Cambiemos ya se empieza a sentir. Patricia Bullrich, en un esfuerzo por despegarse de la derrota, anunció que «Cambiemos no tenía un candidato en Córdoba. Ninguno fue como Cambiemos», dijo. Parece olvidarse de la campaña de Carrió en la provincia cordobesa y de las visitas de respaldo del jefe de gobierno porteño Horacio Rodriguez Larreta y de la gobernadora bonaerense,Maria Vidal. Apoyos al candidato Negri que no arrojaron resultados positivos, evidentemente.
Esperanzas derrumbadas
Para una parte del electorado que supo acompañar las políticas de Macri, tambien ha significado un duro golpe. Son parte de las victimas, han perdido calidad de vida, otros han perdido el trabajo, su empresa o su comercio. La crisis y el ajuste abarca al conjunto de la sociedad y no da respiro a los bolsillos. Tambien desaparecen las espectativas de una reactivación económica o de una posibilidad de controlar la inflación. La decepción poco a poco se va transformando en bronca y rechazo. El resultado electoral en una provincia donde Cambiemos supo tener un abrumador respaldo anuncia una debacle en las próximas elecciones.,
Tambien perdieron Córdoba Capital
Después de mas de cuatro décadas de gobierno radical, el Partido Justicialista, gobernará en la capital cordobesa. El candidato Martín Llaryora, de la mano de la esposa del gobernador también obtuvo una amplia ventaja, largamente esperada por el justicialismo.