La ultraderecha brasileña ganó la primera vuelta de las elecciones presidenciales con el 46% de los votos frente al 29.2% que consiguió el izquierdista Fernando Haddad. El 28 de octubre, en una segunda vuelta se definirá quien preside el país más grande se Sudamérica.
Bolsonaro ha quedado muy cerca de lograr la victoria en primera vuelta. Será muy difícil que remonte una diferencia tan grande el candidato del PT. Además de una diferencia de 16 %, el candidato de la ultraderecha está a apenas 4% del 50 %.
En tercer lugar, muy lejos de Haddad, se situó el laborista Ciro Gomes con un 12,52 % de los votos válidos, un candidato laborista. Este y otros candidatos del centro pueden aportar votos para el candidato del PT, Una incógnita es qué pueden hacer los ciudadanos que no votaron y superan el 20 % del padrón.
Con un discurso antisistema, encaramado en una crisis política y económica de profundidad y con posiciones racistas, misóginas, homofóbicas y xenófobas, logró el apoyo del electorado. Fue determinante la corrupción en sectores del PT, en su derrota de primera vuelta. Bolsonaro, un hombre del ejército, reivindica la dictadura y todo lo actuado por la misma. La tortura y la desaparición de personas le parecen métodos compatibles con la democracia.
Por su parte Haddad, en menos de un mes tuvo que reemplazar a Lula, detenido y procesado por el Lava Jato, quien era el gran candidato. La derecha y los grandes grupos económicos brasileños lograron proscribirlo y el candidato del PT, contrarreloj no pudo reemplazarlo. Además de la corrupción, no pudo remontar el descreimiento que generó el gobierno de Dilma al instrumentar políticas neoliberales y aliarse con la derecha. Temer es el mejor exponente. Llegó a presidente como parte del gobierno del PT y es el político más repudiado por corrupción.
Bolsonaro recibió de parte de los ruralistas, además de los medios de difusión hegemónicos y de los grandes grupos económicos. Pero fue determinante en las últimas semanas el llamado de las iglesias evangélicas a votarlo. Aunque pueda llegar al 50 %, para conseguir nuevos votos deberá moderarse.
Por su parte Haddad, es posible que crezca mucho si establece acuerdos con candidatos cercanos como Ciro Gómez del centroizquierda que logró casi el 13 %. También con sectores ecologistas y del centro, aunque parece insuficiente, que en apenas tres semanas pueda evitar el triunfo de Bolsonaro.
Un detalle no menor es que el hijo de Jair Bolsonaro, Eduardo, fue el candidato más votado para diputado federal, de la historia de Brasil. Este policía Federal, candidato en Sao Paulo obtuvo 1.848.443 votos. Signo de la etapa que atraviesa Brasil.