«La paz implica salir del fuego cruzado» COLOMBIA

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El cese al fuego bilateral y la participación de la sociedad en el proceso son los ejes centrales de esta etapa de negociaciones que se celebra en La Habana, Cuba.

El Gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) inauguraron este martes en La Habana, Cuba, el tercer ciclo del diálogo de paz que mantienen ambas partes con el objetivo de lograr un «avance sustantivo» en las conversaciones.

Esta etapa del diálogo, que se instaló en el Salón de Protocolo de El Laguito, se centrará en tres puntos: cese al fuego bilateral, acciones y dinámicas humanitarias, así como la participación de la sociedad civil en el proceso de paz.

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, dijo que su país «se honra» en acoger esta etapa del proceso de diálogo. «Reafirmamos nuestro compromiso y voluntad de contribuir al éxito de este diálogo en el propósito común de alcanzar la paz para la hermana nación», expresó el mandatario a través de su cuenta en Twitter.

De la misma manera, el ministro de Relaciones Exteriores de la isla, Bruno Rodríguez, quien participó en la inauguración en calidad de anfitrión, manifestó que Cuba, en estricto apego a la condición de garante del diálogo y sede alternativa, «apoyará y facilitará que alcancen acuerdos aprovechando la oportunidad histórica que se presenta».

Añadió que su país actuará de forma «discreta, imparcial y responsable» en interés de hallar una solución política al conflicto armado en Colombia.

«Creemos firmemente que el pueblo colombiano se merece la paz y que puede lograrla», añadió.

«Plena disposición»

Por su parte, el jefe de la delegación del ELN, Pablo Beltrán, expresó en el acto de inauguración: «Esperamos que en este ciclo las dos partes nos comprendamos, respetemos y mantengamos la voluntad política de cumplir los acuerdos y compromisos; esto contribuye a la confianza, la credibilidad mutua y a la legitimidad de esta mesa de conversaciones».

En este sentido, Beltrán aseguró que la organización armada tiene «la plena disposición» y apuesta en esta etapa de las negociaciones a «llegar al cese el fuego y a la participación de la sociedad» en el proceso.

«Es la hora de la participación de la sociedad, los sectores marginados y explotados de siempre no pueden ser simples espectadores de este proceso. Somos perseverantes e insistentes. Un proceso de diálogo serio necesariamente es con la participación de la sociedad, sobre todo de los que jamás han tenido ni voz, ni posibilidades de decisión sobre los destinos del país», manifestó Beltrán.

Agregó que entre todos pueden «construir un gran acuerdo nacional» que garantice «la paz definitiva, realice las transformaciones socioeconómicas necesarias y construya una democracia participativa».

«Salir del fuego cruzado»

Por parte de la delegación del Gobierno colombiano intervino la senadora María José Pizarro Rodríguez, quien indicó que esperan que este tercer ciclo de negociaciones «logre un avance sustancial y definitivo en la agenda acordada«.

«La paz que quiere Colombia implica salir del fuego cruzado, poder habitar con tranquilidad sus barrios y veredas, reconstruir nuestra cultura y retornar a los territorios que por décadas han tenido que abandonar millones de personas para engrosar los cordones de miseria», enfatizó Pizarro.

Agregó que los tiempos exigen encaminarse por las vías pacíficas, «porque las armas se han convertido en un instrumento inútil y degradante«.

Asimismo, insistió en que la mejor forma de contribuir con soluciones al fin del conflicto armado es culminar este tercer ciclo «con el acuerdo para la participación de la sociedad, para la construcción de paz con el ELN y el acuerdo del cese al fuego, que debe tener como eje fundamental que la gente no sufra, que la población no sufra más la guerra».

Acuerdos previos

Los primeros dos ciclos de este diálogo se llevaron a cabo en Caracas, Venezuela; y en Ciudad de México. El primero, que se realizó entre el 21 de noviembre y el 12 de diciembre de 2022, culminó con un acuerdo para promover alivios humanitarios en algunas de las regiones más golpeadas por el conflicto armado, especialmente en el Bajo Calima, en el departamento de Valle del Cauca, y el municipio Medio San Juan, del departamento del Chocó; y también se acordó atender la emergencia humanitaria para un grupo de presos del ELN, afectados por la crisis carcelaria en Colombia.

El segundo ciclo, realizado del 13 de febrero al 10 de marzo pasado, cerró con el reconocimiento por parte del Gobierno del estatus político al ELN como «organización armada rebelde», y se dieron avances para lograr un acuerdo para un cese al fuego.

El diálogo entre el ELN y el Gobierno de Colombia arrancó en febrero de 2017 en Quito, Ecuador, durante la administración del presidente colombiano Juan Manuel Santos; no obstante, en abril de 2018, el entonces mandatario ecuatoriano Lenín Moreno anunció que su país dejaría de ser sede, por lo que las negociaciones se trasladaron a Cuba. Posteriormente, fueron suspendidas por la gestión del mandatario Iván Duque, tras el atentado del ELN contra una escuela de cadetes.

Países garantes y acompañantes

Con la llegada de Gustavo Petro a la Presidencia de Colombia en agosto del año pasado, se reanudaron las conversaciones, que actualmente cuentan con Brasil, Cuba, Chile, México, Noruega y Venezuela como países garantes; mientras que como acompañantes están España, Alemania, Suecia y Suiza.

También están como acompañantes permanentes el Representante Especial del Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas y la Conferencia Episcopal de Colombia.

 

Fuente: RT

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