Por Desde el Pie
No es prudente pronunciarse politicamente desde el enojo viendo el sufrimiento de tanta gente. Hay mucha especulacion con lo ocurrido recientemente y eso no es etico. Pero el silencio tampoco lo es. El poeta se anticipó, como siempre, la realidad supera a la ficción en la llanura pampeana. La imagen de autos arrastrados por la correntada en las calles de la capital provincial, quedará en la retina de espectadores estuperfactos…y en el sufrimiento de centenares de santarroseños, que vieron como un río invadía sus casas y dañaba lo poco que se tiene.
Los justificadores de lo injustificable nos dicen: lluvias torrenciales en poco tiempo, con granizo y piedra (como si se hubiera roto un récord pluviométrico con 67 milímetros en una hora!!), culpa de la actual gestión peronista, culpa de la anterior radical, pedidos de autocrítica desde la izquierda que es parte de la gestión… y, los y las vecinas, bien, gracias.
Quedan al desnudo la falta de políticas públicas: desagües pluviales insuficientes en una ciudad que no para de crecer hacia arriba (negocio inmobiliario con torres de edificios) y hacia los lados, con el mismo sistema de desagote que ideó Tomás Masson…falta de mantenimiento de canales y estaciones de bombeo…falta de obras y sobra de palabras. Y, para completar la desidia de las autoridades, un olor a cloacas nauseabundo que demostró la precariedad de las políticas públicas de ayer y hoy. Resta agregar que la “inundación” se da en un contexto de sequía general en la provincia, en otro momento, la catástrofe natural y la construída humanamente, hubieran sido más agudas aún.
Los barrios reclamando de mil formas muestra que no alcanza con el comité de crisis luego del temporal, ni con subsidios irrisorios, ni repartir algunos colchones…obvio que se necesitan en la emergencia, pero se espera de las autoridades mayores niveles de planificación, de organización, incluso frente a la contingencia. Del centenar de evacuados, la inmensa mayoría fue por solidaridad de familiares y amigos, y una ínfima parte por socorro estatal.
Ni que hablar de las familias que desde hace tiempo viven en el asentamiento Nuevo Salitral y otros. Sin ningún servicio esencial. Se puede discutir el derecho de esas familias a tener acceso a la luz, cloacas y agua?? Con temporal y sin temporal las niñas y niños que allí viven son ignorados en forma irresponsable desde el Estado. Hace tiempo insistimos que hay que hacerse presente y escuchar al pueblo. De una gestión neoliberal, conservadora y de derecha nada bueno se puede esperar para los sectores populares. Es que ahora gobierna una gestión peronista con sectores de izquierda y eso ubica la vara en otra altura.
“Mal de muchos, consuelo de tontos” reza el refrán popular. Bueno, Santa Rosa no es una isla. La falta de infraestructura, por caso, desagües pluviales, también se evidenció en General Pico el año 2019, donde también los vecinos salían de sus casas a pedirles a los automovilistas que no circulen porque las “olas” de agua entraban a sus domicilios. Tristes postales de la realidad pampeana. Pero no sólo en las ciudades importantes se nota la ausencia de políticas públicas y carencia de infraestructura de la más básica, en Santa Isabel, con tormentas como éstas (como las de siempre en verano), se caen las palmeras de electricidad y zas! otra vez sin energía eléctrica. En el oeste, no sólo falta internet (situación evidente durante la pandemia y para la continuidad de la educación), los caminos vecinales se transitan con tiempos de carretas! (De Santa Isabel a Chos Malal hay 170 km, y se tarda en promedio 5 horas y 30 minutos).
Por lo tanto, queda claro, que el déficit de infraestructura, en sentido amplio, es evidente y precario. Comencemos por decirlo para transformarlo. Si el poeta acertó con “La Pampa es un viejo mar…” que se equivoque con “donde navega el silencio…”. Demasiado dolor, impotencia y sufrimiento como para quedarse callado.
Desde el Pie. 21 de enero de 2021