Representantes de la Liga Argentina por los Derechos Humanos se reunieron con la ministra y acordaron trabajar en conjunto con el ministerio de Seguridad de la Nación en la lucha contra la violencia institucional.
Ayer, representantes de la Liga Argentina por los Derechos Humanos participaron de una videoconferencia con la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, con el objetivo de analizar la situación actual en relación con la violencia institucional en el país. La liga acercó propuestas para avanzar en un trabajo conjunto con el ministerio alrededor de este problema de orden histórico, que acarrea décadas sin resolución.
En ese sentido, en tiempos de desaparaciones en democracia, y de una vuelta constante al discurso de la mano dura, la Liga propuso:
– La creación de un espacio u órgano de control público y externo de organizaciones de derechos humanos sobre las fuerzas de seguridad, que el mismo pueda actuar como alerta temprana y como custodios de los derechos humanos.
-Trabajar en conjunto en un discurso que sea apto tanto para los integrantes de las fuerzas de seguridad, los militantes de derechos humanos como para la sociedad en general.
«Es necesario librar una campaña cultural en defensa de la vida, repudiamos los discursos de muerte. Estamos dispuestos a encontrar espacios en conjunto, converger y articular de muchas maneras» dijo José Schulman, presidente de la Liga, al término de la reunión. Por su parte, la ministra destacó el rol de la organización: “Valoramos mucho el trabajo de la Liga, ya que su mirada histórica acerca del tema es muy importante. Desde nuestro lugar tratamos de transmitir a las provincias los protocolos y las formas de actuación, incluso en los Consejos de Seguridad Interior hubo reuniones específicas acerca del tema de la violencia institucional. Sabemos que tenemos un desafío por delante, y trabajamos constantemente en la formación y en mecanismos de seguimiento e intervención en los procesos que así lo requieran”.
Desde la Liga se resalta que el control jerárquico y operativo debe ser ejercido sin dudas desde el ministerio, que es quien debe garantizar que el gatillo fácil, las torturas y otros malos tratos no sean política estatal como en otros gobiernos, ni tampoco prácticas sistemáticas. La posibilidad de transparentar algunos aspectos del accionar de las fuerzas permitiría a las organizaciones sociales contribuir para limitar las acciones contrarias a derecho.
También se enfatizó en la importancia de reforzar el mensaje de que las armas no pueden ser usadas para matar. En esa línea, Frederic destacó las estrategias para evitar la violencia represiva a través de mecanismos como la resolución alternativa de conflictos e invitó a la organización a participar de la Unidad encargada de llevar adelante el Programa de Uso Racional de la Fuerza. Y se acordó seguir buscando espacios de acción común y articulada
«Es muy importante conversar directamente con el ministerio. Creemos que se está yendo por un camino correcto», agregó Schulman.
También estuvieron presentes en la reunión virtual la titular de la Unidad Gabinete de Asesores, Cecilia Rodríguez; el subsecretario de Control y Transparencia Institucional, Esteban Rosa Alves; la directora de Control y Prevención de la Violencia Institucional, Natalia D’Alessandro; y Malena Silveyra, Guillermo Rubio y Gerardo Etcheverry, miembros de la Liga.
Acerca de la Liga
La Liga Argentina por los Derechos Humanos es una institución dedicada a la defensa, la promoción y la educación para los Derechos Humanos. Nacida el 20 de diciembre de 1937 en el salón de actos del mítico diario Crítica, heredera de una tradición de lucha democrática, aspira a trabajar enraizada en los movimientos populares. Su lucha es por la dignidad de los seres humanos, por su derecho a ser protagonista en la construcción de una sociedad en donde la libertad, el pleno desarrollo de la democracia y el pluralismo sean realidad. Desde el comienzo, la Liga fue integrada por hombres y mujeres provenientes de distintas extracciones políticas y sociales. Nombres ilustres pasaron por sus filas. En el casi cien años de vida, la mayor parte bajo dictaduras, represión y estado de sitio, no dejó nunca de levantar sus banderas de libertad y justicia.
El trabajo en la actualidad tiene muchas aristas: querellas en numerosos juicios a genocidas civiles, empresariales y militares del último golpe militar; violencia institucional; derecho a la vivienda digna; la causa de lxs presxs políticxs; violencia de géneros; la solidaridad con los pueblos saharahui, palestino, cubano.
