La brecha cambiaria alcanzó el valor más alto desde agosto de 2022. Las tensiones del dólar se reflejaron en los aumentos de precios y se espera más inflación.
El alza continuada del dólar paralelo comenzó hace doce días, aunque con una particular aceleración desde la última semana ( ya subió casi 100 pesos desde el lunes 17 de abril) que la consagró como la más alta desde que Sergio Massa asumió el Ministerio de Economía a finales de agosto de 2022. La brecha cambiaria superó el 100 por ciento y ya presiona a la inflación de abril. Almaceneros y pyme de distintos sectores relevan alzas de 10 por ciento en la lista de precios desde el jueves. En el gobierno asumen que el piso de inflación será del 7 por ciento.
«No tengo precio», «En este momento no estamos entregando, ya que esperamos la lista nueva». Las frases son comunes en momentos de corrida cambiaria, pero esta semana persisten y se agudizan. » En una economía como la argentina con una creciente indexación, acortamiento de los contratos formales e informales y en un marco de fuertes restricciones para acceder al dólar oficial, estos mecanismos de transmisión de tipo de cambio paralelos a los precios se aceitaron», asegura a PáginaI12 el economista jefe de research de Ecolatina, Santiago Manoukian.
La dinámica impacta sobre todo en productos cuya estructura de costos es más dependiente de las importaciones, como los electrónicos, farmacia e higiene personal, materiales para la construcción, motos, bicicletas, neumáticos, textiles y hasta juguetes. «Hay empresas que pagan salarios rigiendose por el tipo de cambio financiero o no pueden acceder a importar entonces fijan su politica de precios en torno a los paralelos. En ese sentido es mucho mas relevante ver como la escalada se traspasa a los precios, mas que en otras epocas», continúa Manoukian.
«Va a haber pasajes a precios por cobertura en los próximos días, porque el dólar oficial dejó de ser referencia de la mayoría de los sectores. Hoy los productores de bienes pueden tener dudas sobre el costo de reposición de sus insumos y entonces correr a remarcar o incluso sacar productos de la oferta. Por las características del proceso de súper inflación actual la propagación de este shock va a ser más inmediata y permanente que en periodos anteriores. Afecta principalmente la inestabilidad política por el ruido que genera la cercanía de un nuevo ciclo electoral», asegura Sergio Chouza de la consultora Sarandí.
Uno de los rubros que primero reaccionan ante las inestabilidades cambiarias es el de alimentos. Fernando Savore, Presidente de la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires (FABA), asegura que las remarcaciones se sienten desde el lunes en torno al 10 por ciento. » La mercadería esta en función del dólar blue, no del dolar oficial», asegura en diálogo con PáginaI12 y nombra a la empresa Arcor, que abastece alrededor del 30 por ciento de los comercios de cercanía, aumentó un 9 por ciento todos los productos dentro de la lista de precios, sumándola al 9 por ciento que remarcaron a principio de mes. Lo mismo con una empresa láctea.
«El jueves pasado una firma importante aumentó 9 por ciento sus alimentos y no sabemos si a fin de mes va a haber otro aumento», complementa el director del sector comercio y servicios de CAME, Fabían Tarrío: «Pasa habitualmente en épocas donde la inflación se mantiene alta, pero se agudizó en los útlimos días y los precios van de la mano. El comercio pequeño no tiene espalda. El dólar es preponderante en el país como expectativa», aseguró.
Las tensiones cambiarias de abril ya impactan en los relevamientos semanales qe hacen las consultoras. El Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortíz (Ceso) arrojó una inflación del 2 por ciento para la cuarta semana de abril frente al 1,4 por ciento de la tercera, el 2,4 por ciento de la segunda y el 1,1 por ciento de la primera. En marzo, el promedio de aumentos había sido menor al 2 por ciento. “La inflación de las últimas cuatro semanas fue de 5,8 por ciento. En supermercados se registró la variación mensual más alta desde noviembre”, detalla el informe Ceso.
En concordancia, la medición sobre el precio de los alimentos de LCG marcó un incremento del 2 por ciento semanal, desacelerando casi 1 punto frente a la anterior. “En lo que va del mes acumula un incremento total del 7,6 por ciento, valores que no se alcanzaron nunca corridas tres semanas. La inflación promedio mensual volvió a acelerarse, ubicándose en el 6,8 por ciento”, explicó el informe que publicó la consultora. En el equipo económico del gobierno t descuentan que el IPC de abril estará en torno al 7 por ciento mensual.