Causó sorpresas entre los analistas políticos el anuncio de que el Presidente Macri eligió al Senador Pichetto como su vicepresidente. Al momento del anuncio el senador presidía el bloque del Partido Justicialista en el Senado.
En la misma conferencia de prensa Pichetto anunció que renunciaba a la presidencia del bloque. Ya había dado muestras de acercamiento con el gobierno, la semana pasada. En un reportaje televisivo (Canal Crónica), habia expresado que estaba alineado con quienes sostuvieran las ideas de un capitalismo responsable. Y ahi mismo expresó su intención de no votar a la formula Fernández-Fernández y en segunda vuelta, sin dudar, votar a Macri.
Pichetto es un político que acompañó todas las políticas e iniciativas legislativas del poder ejecutivo. En el último tiempo se preocupó por mostrarse como un político confiable para los mercados, el FMI y las multinacionales.
Con esta fórmula, incorporando a un peronista, es un intento de Macri de debilitar y restar votos a la fórmula opositora. El escenario deseado era que se presentara a las elecciones una tercera fuerza peronista nucleada en Alternativa Federal.
Implosionado el espacio que contenía a Lavagna, Massa, Schiaretti, Urtubey y Pichetto solo le quedaba incorporar a un cuatro de copas a la fórmula electoral. El radicalismo queda nuevamente desairado y queda por difinir quienes se van o se quedan en Cambiemos.
El gobierno neoliberal, incorpora un candidato con amplias coincidencias politicas, Ahí no habrá fisuras. En caso de ganar, con absoluta certeza se puede asegurar que se se incrementará el ajuste. Peña, el jefe de gabinete, ya anunció que para resolver el desempleo se debe realizar una reforma laboral.