Guillermo Andrés Varela es Licenciado en Ciencias Biológicas y se especializa en el ratón colilargo que trasmite el hantavirus. En agosto de 2017 fue despedido de la Secretaría de Ambiente. “No hay un estudio preciso que tenga continuidad”, señaló.
La epidemia desatada en la localidad de Epuyén, Chubut, es una de las peores crisis sanitarias que ha tenido que afrontar la provincia. El hantavirus ya se cobró 10 vidas y se expandió por localidades cordilleranas cercanas. Pero ¿se podría haber evitado?¿cómo se controla?¿cuáles son las causas?
Guillermo Andrés Varela es Licenciado en Ciencias Biológicas y se especializa en el ratón colilargo que trasmite el hantavirus. Fue despedido en agosto de 2017 de la Secretaría de Ambiente. Desde el Gobierno no consultaron a ningún biólogo que trabaje en el tema.
¿Se podría haber prevenido una epidemia de esta magnitud?
– Sí. Lo que se está objetando es que no se haga un estudio preciso que tenga continuidad en el tiempo de la dinámica de la población de los roedores. La dinámica tiene que ver con el movimiento, tasa de natalidad, de mortalidad, dónde se encuentran, si han crecido, si han decrecido, si están en crecimiento exponencial o lineal,si ya no tienen lugar en su nicho, si se han trasladado por cuestiones como la desertificación, inundaciones, talas de bosque, cómo se han movido esas poblaciones de los roedores transmisores para saber dónde estamos parados.Todo lo demás es actuar sobre las consecuencias.
¿Usted considera que no corresponde que los médicos hablen sobre el hantavirus?
-Los médicos pueden actuar desde el punto de vista epidemiológico, clínico, del tratamiento. Pero hay un tema mucho más de fondo que tiene que ver con el vector de transmisión. Ha brotado en varias partes del país. Esto quiere decir que son cepas distintas.
No puede ser que lo único que se haga es el tratamiento y que se tomen medidas de prevención porque el fondo de la cuestión sigue latente. Hay una población que está creciendo de forma exponencial en algún lugar y nosotros no nos dimos cuenta. Esto no lo puede hacer un médico, lo tienen que hacer los biólogos, los especialistas en ecología de poblaciones.
¿Cuáles serían las soluciones concretas?
–Lo que necesitamos es una política continua de intervención del Estado. Pero si se baja el presupuesto de ciencia y tecnología, se degrada el ministerio de salud, el de ambiente, no existe tal intervención. Con las soluciones que se están tomando es muy probable que se logre controlar. Pero, el año que viene, vamos a empezar de cero. Es mucho más fácil convocar a una mesa multidisiciplinaria y planificar y ver resultados de los roedores colilargos transmisores del hantavirus, mes a mes, para estudiar cómo las poblaciones se van moviendo, cómo es la reproducción, etc. Estamos trabajando sobre con las consecuencias pero a lo mejor las causas se han venido acrecentando a través de los años y no lo sabemos.