El Grupo Clarín logró expandir sus fronteras gracias al visto bueno gubernamental, la fusión Cablevisión Telecom que aprobó la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), dió vida a la mayor empresa del país, con activos por cerca de 11 mil millones de dólares solo superada por YPF y Mercado Libre.
La iniciativa, anunciada hace un año y que ya contaba con el aval del Enacom, aguardaba la autorización de la CNDC que, a pesar de reconocer en su resolución los «problemas de competencia en localidades donde Cablevisión y Telecom eran las únicas empresas con despliegues de telefónia fija», autorizó la fusión «debiendo la fusionada desprenderse de al rededor de 9 % de los usuarios de la cartera de Arnet».
A partir de ahora, la empresa que pasará a denominarse Telecom seguirá bajo el mando de Cablevisión (Grupo Clarín) y tendrá como objetivo proveer el deseado cuádruple play: telefonía fija, móvil, Internet y TV.
«la fusión es monopólica y enmarca un retorno a las políticAs de Menem»
De esta manera, Telecom pasa a competir con gigantes como la española Telefónica y la mexicana Claro, y se transforma en la primer empresa del país en condiciones de brindar el cuádruple servicio. Sin embargo, deberá esperar hasta 2019 para ofrecer el paquete de servicios para «evitar ventajas» y «brindar a sus competidores más tiempo para invertir o asociarse a fin de porveer servicios convergentes», según definición del CNDC.
Sin embargo, la decisión despertó fuertes críticas. Para el investigador y docente, especializado en políticas de medios masivos y derecho a la información, Guillermo Mastrini, «la fusión es monopólica» y enmarca un «retorno a las políticas de Menem». En comunicación con FM La Tosca 95.1, señaló que las restricciones del CNDC no alcanzan y apuntó a las desventajas para los usuarios, «ya que al no existir competencia los precios subirían y la calidad de las prestaciones de internet y telefonía celular seguirán siendo inestables, y las más caras de América Latina».