Julio Gambina analizó el rechazo en el Congreso del proyecto para el Presupuesto 2022 y cómo ello derivará en una prórroga del presupuesto 2021. Esto tendrá como consecuencia una discrecionalidad del ejecutivo para aplicar las partidas. En ese contexto, se le paga al FMI antes del acuerdo y el pueblo de Chubut le dice no a reformas estructurales.
«Tengamos en cuenta que eso -el presupuesto- está mediado por una inflación en torno del 50% para todo el 2021, con lo cual va a haber más recursos en el 2022 sólo por el hecho de la inflación y por lo tanto una asignación de gasto público que tendrá que ver con los intereses del poder ejecutivo» afirmó el economista. En el medio, continúan las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional y los pagos, ya que en estos momentos se están asignando al fondo unos 1.890 millones de dólares como parte de los compromisos asumidos por el estado argentino.
«Se negocia pero mientras tanto se paga» dijo Gambina, y recalcó que este dinero podría tener otro destino. El 2021 va a terminar con una recuperación de la economía argentina de aproximadamente un 10%, «pero no se distribuye a los perjudicados del 2020 y los años anteriores» agregó el economista y concluyó que «la tónica de ajuste se mantiene como un fenómeno estructural». A su vez, mencionó que en este marco del ajuste y de las reformas estructurales es interesante la respuesta social en Chubut, luego de la aprobación de la zonificación minera -ya derogada-. El debate es profundo en toda la región, «el tema es no sólo discutir los presupuestos para el próximo año sino discutir cuál será el modelo productivo que resuelva las necesidades de la población», finalizó.
Fuente: Barricada TV