EL DISCURSO DE ODIO DE LA DERECHA

El pueblo argentino está siendo víctima de una campaña comunicacional de odio. Se trata de influir psicológicamente sobre la población para que una parte de ella milite descalificando y agrediendo a los que piensan distinto.

Esta guerra comunicacional estimulada desde los grandes medios económicos que la amplifica se repite constantemente día por día hora por hora semana por semana incansablemente con 2 objetivos muy claros.

Uno de ellos persigue el objetivo de que el pueblo no discuta no debata sobre el tremendo ajuste que se descarga sobre los salarios y jubilaciones y sobre la situación social agravada por despidos y falta de ayuda a los más necesitados

El otro objetivo busca que pase desapercibida la entrega de empresas públicas y los recursos naturales de nuestro país qué es endeuda, últimamente, a razón de 1000 millones de dólares por día que impedirá a las generaciones futuras emprender un camino de desarrollo y bienestar político y social y cultural

El discurso de odio y violencia institucional son dos elementos que van de la mano. El odio justifica hoy la represión los palos gases y balas de goma contra manifestantes que reclaman comida resisten despidos o mejores jubilaciones y salarias. Si hay que darle palos a los viejos y a las abuelas que no pueden vivir con 350.000 pesos se justifica porque lesiona el derecho de otros a transitar.

Nada importa, si son abuelos, abuelas, niños, docentes, médicos, enfermeras, obreros o indigentes, el odio prevalece sobre el derecho a una vida digna para todos y todas

Para el gobierno de Milei, los únicos sujetos de derecho son los grandes empresarios y sus ganancias. Así se justifican leyes y decretos inconstitucionales y se va configurando un gobierno autocrático. La campaña de odio es generada desde arriba, es el mismo presidente quien la ejecuta y se pone al frente.

En la vereda de enfrente están las luchas populares. Están las luchas de quienes defienden la salud pública y el Garrahan, la educación y las universidades públicas, las y los jubilados, las personas con discapacidad, trabajadores marítimos, los despedidos, los que buscan trabajo, los hambrientos y los desposeídos de todo que duermen en las calles, las comunidades originarias y no tanto, resistiendo la depredación de sus territorios, las PyMES aniquiladas y decenas de conflictos puntuales en todo el país cruzado por la necesidad y el sufrimiento.