En rechazo a la brutalidad racista en los Estados Unidos y, en medio de la conmoción por el asesinato de Jacob , los jugadores de Milwaukee Bucks decidieron no salir a jugar contra Orlando Magic el quinto partido de su serie de Play-offs en la NBA.
El generador de la protesta, en un país convulsionado por la violencia racial, fue lo ocurrido con Jacob Blake, un afroamericano de 29 años, acribillado de siete tiros en la espalda por un policía en Kenosha, Wisconsin, lo cual desembocó en protestas como las ocurridas por la muerte por asfixia, a manos de un oficial, de otro afroamericano, George Floyd, en la ciudad de Minneapolis.
La medida funcionó como un dominó y los demás equipos de la liga de básquet más importante del mundo se plegaron a un histórico boicot. También personalidades de otros deportes estadounidenses como la tenista Osaka quien escribió en su cuenta de twitter: ”Antes que una atleta soy una mujer negra. Y, como mujer negra, siento que hay asuntos mucho más importantes que necesitan atención inmediata, en lugar de verme jugar al tenis. No espero que ocurra nada drástico por no jugar, pero si puedo hacer que se inicie una conversación en un deporte mayoritariamente blanco, creo que sería un paso en la dirección correcta”.
La tenista debía jugar la semifinal de Masters 1000 de Cincinnati contra la belga Elise Mertens. “ Me pone enferma ver el continuo genocidio hacia la población negra a manos de la policía. Estoy agotada de poner un hashtag nuevo cada pocos días y estoy extremadamente cansada de tener la misma conversación una y otra vez.¿Cuándo será suficiente?”, concluyó la número 10 del tenis mundial.
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