Desde el año 2002, todos los 1° de julio en Argentina se celebra el Día del Historiador y la Historiadora. Aunque para alcanzar sus orígenes hay que remontarse al año 1812. Fue en ese momento, a través del decreto del Primer Triunvirato, que determinó que se asentasen por escrito los acontecimientos de la Revolución de Mayo.
Un historiador o historiadora es una persona que estudia y escribe sobre el pasado. Los y las historiadores se preocupan por la narrativa continua y metódica y la investigación de eventos pasados en relación con la especie humana; así como el estudio de toda la historia en el tiempo.
En marzo del 2002, por Ley 25.566, el Congreso de la Nación declaró el 1 de julio como «Día del Historiador e Historiadora», con el fin de homenajear el esfuerzo que escritores, investigadores, profesores y aficionados realizan para el estudio, difusión y análisis de los acontecimientos del pasado.
La fecha entonces remite al día en que el Primer Triunvirato ordenó, a través de un decreto de 1812, asentar por escrito los acontecimientos de la Revolución de Mayo, con la finalidad de «perpetuar la memoria de los héroes y las virtudes de los hijos de América del Sud, y a la época gloriosa de nuestra independencia civil». La tarea recaería en el Deán Gregorio Funes, quien redactó el «Ensayo de la historia civil del Paraguay, Buenos Aires y Tucumán».
En lo que respecta a la UNLPam saludó a sus profesionales y recordó que la creación del Profesorado de Historia y Geografía fue en el año 1963 y su reformulación en 1967 por parte del Instituto Provincial del Profesorado, gérmen de la Facultad de Ciencias Humanas.