El 2 de mayo es el Día Mundial Contra el Acoso Escolar, un grave problema que afecta a millones de jóvenes y niños en todo el mundo. Afecta a niños, niñas y adolescentes tanto de Educación Primaria, como de Educación Secundaria, en todo el mundo. Esta problemática causa al menos 200 muertes en forma directa cada año, ya sea en forma de suicidios u homicidios.
La iniciativa por el Día Mundial Contra el Acoso Escolar nace en el año 2013, a partir de la presentación de la ONG Bullying Sin Fronteras; y es aprobada por la UNESCO en 2013, con el fin de ayudar a la concienciación de este problema. Posteriormente, fue reconocido oficialmente por el Parlamento Español, el Senado Argentino y el Parlamento Uruguayo.
Entre las situaciones de violencia, encontramos el acoso entre iguales. Esto es, el conjunto de comportamientos físicos y/o verbales de un niño o niña o grupo de niñas y niños, de una manera hostil y abusando de un poder, dirigido contra un compañero o compañera de forma repetitiva y durante mucho tiempo, con la intención implícita o explícita de hacerle daño. No se trata ni de bromas, ni de conductas aisladas, sino de relaciones abusivas y violentas.
Según el Dr. Javier Miglino, fundador de Bullying Sin Fronteras: «El bullying es un enemigo silencioso que se nutre de tres venenos: la soledad, la tristeza, el miedo». Explicó también que el acoso escolar puede identificarse: el ciberacoso, el bloqueo social, hostigamiento, manipulación, coacciones, intimidación, agresiones, amenazas, acoso escolar homofóbico, entre otras.
En 2013, se estableció que América Latina es la región del mundo con mayor promedio de casos de acoso escolar. En 2014, se calcula que 1 de cada 3 niños en el mundo sufre acoso escolar según la UNICEF.
Edgardo Néstor De Vincenzi, presidente de la Confederación Mundial de Educación (Comed), señaló en una nota enviada a Télam que «a fines de 2019, la organización ‘Bullying Sin Fronteras’ dio estadísticas de las aulas de colegios primarios y secundarios, públicos y privados, de la Argentina, y estableció un crecimiento del 30% de casos respecto de 2018». «Casi la mitad de ellos se produjeron en escuelas de los grandes centros urbanos: provincia de Buenos Aires, Capital Federal, Santa Fe, Córdoba y Mendoza», agregó.
De Vincenzi, que también es presidente de la Federación de Asociaciones Educativas de América Latina y el Caribe (Faela), insistió en subrayar que es la familia la que tiene un rol central en esta problemática. «El bullying no se trata de algo de ricos o pobres, se trata de los valores que se cultivan en el seno familiar. Es decir que, en este problema creciente, la esencia y el gen, están en la familia», aseguró, aunque añadió que «en la lucha contra el bullying, la familia, la escuela, la sociedad y el Estado conforman un todo, en donde cada una de estas partes se encadena y retroalimenta. No hay que mirar para otro lado», concluyó.