El profesor de música Augusto Arias con tristeza, enojo y shock dedicó unas palabras tras conocerse la muerte de la vicedirectora de la escuela de Moreno, Sandra Calamano, por la explosión de una garrafa en mal estado que ya había sido denunciada.
En la escuela 49 Nicolás Avellaneda donde ayer ocurrió el fatal suceso funcionaba el programa Coros y Orquestas, iniciativa que había sido fomentada por la vicedirectora fallecida y que cada sábado abría la escuela y les preparaba el desayuno a los chicos.
«nos aconsejaba como manejarnos y protegernos de este sistema que acorrala a los docentes”
“Sandra era la vicedirectora y la mamá de una de las integrantes de la orquesta. Cada sábado ella abría temprano la escuela para la orquesta y para que los pibes jueguen a la pelota en el patio. También hacia el desayuno, arreglaba las cosas del colegio, limpiaba y nos aconsejaba como manejarnos y protegernos de este sistema que acorrala a los docentes”, recordó, el docente de música.
También la vicedirectora pintó las banderas de nuestra orquesta para las marchas que sigan las orquestas. “Ese día, llevó en su auto a todos los chicos que pudo para la marcha y hasta dio un minidiscurso improvisado y notable frente a los miles de personas”, siguió con su recuerdo el docente.
“Esto no fue un accidente. Es producto de la desidia de los gobiernos en la educación y demuestra la soledad e hidalguía en la que trabajan los docentes hoy en día»
Además de Sandra murió el auxiliar de la escuela, Rubén Rodriguez, las historias de afecto hacia los dos fallecidos se acumularon entre los docentes, las familias y los allegados a la escuela. Los dos eran muy queridos por la comunidad. Según el recuerdo del maestro, la vicedirectora hacía todo lo posible por mantener bien la escuela a pesar de los pocos recursos que enviaba la Dirección General de Cultura y Educación, como “cortar la lavandina” para que alcance o rebuscársela para alimentar a todos los chicos con la escasa comida.
“sandra era un verdadero ejemplo de trabajo, lucha y docencia”
“Esto no fue un accidente. Es producto de la desidia de los gobiernos en la educación y demuestra la soledad e hidalguía en la que trabajan los docentes hoy en día. Y para graficar esto, puedo decir que el lugar donde explotó la garrafa es donde dábamos clase de violín”, remarcó Arias, que recordó a la vicedirectora como un “verdadero ejemplo de trabajo, lucha y docencia”.
Fuente: Página12