El Presidente del Banco Central anunció que no hay que comprar dolares porque él no lo haría «ni loco».
Una postura exagerada que, inútilmente, trata de inspirar confianza en su gestión y en su capacidad de revertir la tendencia alcista, inducida por el sector financiero.
Especuladores y exportadores pujan cotidianamente para que la moneda extranjera se valorice cada vez mas para incrementar ganancias extraordinarias. El aparente fracaso de la política monetaria, en realidad tuvo los efectos buscados.
Ganancias facilitadas para los «inversores» con fines especulativos por la bicicleta financiera. Inmensa y obscena fuga de capitales. Incremento a niveles históricos nunca registrados de de deuda externa.
Acuerdo con el FMI (Fondo Monetario Internacional) que exige profundización del ajuste en esta etapa para poder cobrar intereses y capital del préstamo.
Luego vendrá otra seguramente, cuando Argentina no tenga capacidad de pago. En esa etapa posterior vendrá la exigencia de una nueva entrega de recursos naturales, tal como ocurrió en la década del noventa.
Las medidas del Banco Central se complementa con tasas supriores al 60%, lo que termina de aniquilar cualquier intento de recuperación de la actividad económica. Ninguna empresa ni individuo puede soportar semejante tasa para sacar un préstamo. Cae el consumo de la población y en consecuencia se acumula stock y las empresas cierran.
Para colmo, el mismo Presidente del Banco Central anuncia como medida antinflacionaria que no se van a emitir pesos. Sostiene que de esta manera al «no tener pesos la gente no podrá comprar dolares».
Otra vez, cínicamente, pretenden hacer creer que el dólar sube porque compran los que trabajan, como si los trabajadores tuvieran capacidad de ahorro cuando mas del 80% no alcanzan a cubrir una Canasta Básica Total, ubicada en mas de $ 38.000.
Este gobierno, desde que asumió está devaluando. La cara oculta de la devaluación está en los resultados. Ningún país puede soportar tres años de continuas devaluaciones. Subieron al poder con un dólar a $ 9.89 y hoy se encuentra en $41.52.
Una «nueva política monetaria» de pisos y techos, fluctuante, pretende contener la disparada del dólar. El Banco Central intervendrá con 150 millones diarios para contenerlo cuando supere las $ 44 y tendrá un incremento-actualización del 3% mensual.
Si esto se respetara el dólar alcanzaría para fin de año los $ 49. ¿Que grado de seriedad tiene este gobierno que acaba de elevar al Congreso la Ley de Presupuesto que estimaba llegar a fines de 2019 con un dólar a $ 40,10?