Si algo creo, que después de este temporal que azoto creo que gran parte de Argentina, pero sin duda que Bahía fue el foco de todo el enojo de una naturaleza que está cansada. Es que ya no se puede negar el cambio rotundo climático, el uso indiscriminado de agro tóxicos, desmontes a diestra y siniestra, tala incesante de bosques, selvas, y demás pulmones naturales, y todo lo que sabemos que le estamos generando al planeta, es interminable la lista que podemos armar.
Algo interesante que nos dejó Ramón Gómez Mederos en su columna es la unión que el ser que habita esta tierra genera cuando pasan estas catástrofes, las cuales nos llevan a unirnxs como bloque para poder salir de estas situaciones. Pero por que no interpelarnxs en estas situaciones y poder usar esas bisagras, como puentes hacia una construcción mejorada de lo que podemos ser.