Más allá de que el muñeco de Dina Boluarte haya sido uno de los más quemados en la celebración del año nuevo lo cierto es que en enero numerosas organizaciones sociales, laborales y políticas se aprestan a proseguir la lucha contra el régimen cívico.militar que preside Dina «Balearte» (en el argot popular).
Numerosas organizaciones laborales, sociales y políticas rechazan la dictadura cívico-militar que preside Dina Boluarte y el estado de emergencia que ha provocado el crimen de 28 peruanos, en un contexto de militarización y “terruqueo” social.
Tal es el caso del Movimiento por la Unidad Popular, un frente que agrupa a diversos colectivos, dirigentes sindicales y ciudadanos, que difundió un pronunciamiento el 30 de diciembre, con una gran cantidad de adhesiones.
Rechazan el acuerdo adoptado por el Congreso de la Repùblica para quedarse junto a Dina Boluarte hasta abril de 2024, “mientras pretenden implementar reformas políticas a su medida”.
Con ello, pretender “implementar reformas políticas a su medida, armar un futuro fraude electoral y mantener al país bajo el control de los grupos de poder” indica el MUP.
De igual modo, la Coordinadora de Organizaciones Polìticas de Izquierda y Progresistas lanzaron el 31 de diciembre un pronunciamiento en el demandan el cierre del Congreso, la renuncia de Dina Boluarte y el adelanto de elecciones para 2023.
Rechazan la pretensión de Boluarte-Williams Zapata «de quedarse al frente de un gobierno sin legitimidad y un Congreso repudiado por la mayoría nacional”.
Pide además que la ciudadanía sea consultada mediante un referéndum si está de acuerdo o no con la convocatoria a una Asamblea Constituyente, que consulte la posibilidad de una Nueva Constitución.
Ello debe permitir que se abra un nuevo momento en la historia del Perú y que siente las bases para la refundación de la República.
FUENTE: Servindi