En la columna de todos los lunes tuvimos a Monica Betariz Gonzalez, hablandonos de lo dificil que es esquivar los obstaculos de nuestra via publica.
Circular es un desafío de superación de obstáculos.
Autos y transportes de carga estacionados en doble fila.
Vehículos que se detienen de repente, sin poner balizas.
Bicis, que no paran ante el semáforo rojo. (Recordamos, son vehículos y como tales,
deben respetar todas las normas de transito)
motos zigzaqueando entre coches
Peatones que cruzan por cualquier parte.
Conductores distraídos con el celular.
El tránsito es un sistema que lo hacemos entre todos e interdependemos unos de otros en él.
Cada uno de nosotros somos parte del problema y/o la solución.
Importante… poner en valor la charla sobre el tema y la toma de conciencia de la importancia del
autocuidado y el cuidado a los demás, no pensando solamente en quienes amamos, tal vez
nuestros hijos e hijas, nietos, nietas, a quienes transportamos en nuestro vehiculo, o llevamos
caminando a algún lado, la escuela, el club etc, sino en todos aquellos que conviven a diario con
nosotros/nosotras dia a dia en la calle
Cuando salimos a la calle pasamos a movernos en un espacio compartido, la vía pública.
Pero no estamos solos en ese espacio, por ello es tan desafiante e importante entender que lo
que cada uno hace condiciona lo que le pasa al otro y el otro me condiciona a mí.
Charlamos sobre este caso
Una pequeña de 4 años falleció el pasado 9 de setiembre, por una conjunción de al menos de
tres irresponsabilidades. Esa madrugada, la niña viajaba en el asiento delantero del
acompañante, en el regazo de una joven, cuando el auto en el que se trasladaba, chocó de frente
contra dos caballos que estaban sueltos en la ruta.
¿Quién podría haber evitado esta tragedia?
Primero, el dueño de los dos caballos que estaban sueltos sobre la ruta. Estos hechos son
demasiado frecuentes en las rutas argentinas, pese a que las leyes de tránsito nacionales y
provinciales establecen claramente la prohibición de dejar animales sueltos en la ruta.
Segundo, el conductor del vehículo. Porque transportaba a la pequeña, suelta, en el asiento
delantero, claramente prohibido por la legislación de tránsito. Los niños deben viajar en el asiento
trasero del vehículo sujetos a su butaca (SRI). De haber viajado así, habría sobrevivido.
Tercero, el Estado tiene la responsabilidad principal de cuidar la vida en las calles y rutas, por
medio de infraestructura segura y fiscalizando que las leyes de tránsito sean respetadas por
todos. Si todavía hay animales sueltos en las rutas y niños sueltos dentro de los vehículos, las
autoridades no están haciendo todo lo que hay que hacer.
Como siempre, agradecemos a “Luchemos por la vida, asociación civil “ por sus aportes en esta
temática.