Brenda Martínez y el derecho a mirarnos

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Brenda Martínez es de General Pico. Nació con ceguera total en ambos ojos.
 En noviembre del 2019 se comunicó con una clínica de Beijing, China. Mediante un tratamiento con células madres que allí realizan podría obtener un 20 por ciento o más de visión.
 Desde entonces inició una campaña para recaudar el dinero que le permitirá ver por primera vez. Para colaborar con Brenda realizamos esta entrevista en LT Noticias, deseando difundir su historia y multiplicar quienes aporten lo que esté a su alcance para ayudarla a cumplir un sueño.

 -¿Cómo te enteraste que existía este tratamiento en Beijing?

 Estaba en facebook a la madrugada, no me podía dormir. Miraba el inicio, donde aparecen las noticias, y vi una campaña de gente de Rosario que estaban juntando plata para que Aarón, un nene de unos diez o doce años, pudiera hacerse un tratamiento con células madres para poder ver.
 Cuando yo leo esto le escribo un mensaje a la señora que compartió la publicación, que es profesora de básquet de Aarón, y le pregunto qué diagnóstico tenía. Al otro día me contesta y me dice que “retinopatía del prematuro en grado cinco”, igual que yo.

 -¿Qué te generó saber que podrías ver?

 Al principio fui investigando de a poquito. Hablé con el representante de la clínica que es de Argentina, con otras personas que se habían hecho el tratamiento, y escuchar a gente que tuvo resultados me fue generando expectativas.
 Y es muy loco porque voy a buscar algo que no sé bien de qué se trata, en el sentido de que como nunca vi. No sé lo que son las luces, los colores, las sombras. Una cara, una mirada. Ver me permitiría andar en bici, manejar otros vehículos, muchas cosas.
Como el porcentaje que recuperaría es del 20 por ciento le pregunté a un amigo que vio y que se quedó ciego cuánto significa eso. Me dijo que con ese porcentaje él había hecho toda la escuela primaria. La recuperación es gradual. Primero lo que se ve son las luces y las sombras. Después vas pudiendo distinguir figuras.
Sé que muchas cosas pueden cambiar. Obviamente las amistades, la familia, el estudio se construyen igual, pero es ampliar las posibilidades, conocer otras cosas. Poder ver un paisaje, sentir lo que eso te genera en lo afectivo, esas cosas.
 Me sentí como alguna vez que iba caminando con el bastón y pensé “¿qué onda cuando ya no lo tenga que usar más?” No sé cómo será, cómo se irá a sentir. Pero quiero descubrirlo.

 -El tratamiento cuesta 50.000 dólares, incluidos los pasajes para vos
y tus acompañantes, alojamiento, traductor, entre otros. Como contás
en tu publicación, no es fácil juntar ese dinero viniendo de una
familia trabajadora. ¿Qué iniciativas fuiste desarrollando hasta ahora
para tratar de juntarlo?

 Mi primera idea fue vender alguna de las dos casas de mi familia, y con eso costear el tratamiento total o al menos parte del mismo. Por eso hice una publicación en facebook diciendo que las vendía, y explicando por qué las vendía, por si había algún interesado en comprarla.
 Entonces ahí la gente me empezó a llamar, a contactarse. Me dijeron de poner urnas en los negocios, de abrir cuentas donde pudieran depositar algo para colaborar. También hubo dos grupos folklóricos, Tinku y Herederos Pampeanos, que organizaron peñas y me dieron lo recaudado en las entradas o en el estacionamiento. La peña donde la entrada era para mí toda la gente que bailó y cantó no cobró ninguna comisión, estoy muy agradecida con todos ellos.
 Después con mi familia hicimos pizzas para vender. El 8 de marzo con el grupo “Los materos” de Pico hicimos una pollada. Con lo de la pandemia estuvimos tres meses parados, pero luego seguimos haciendo rifas. Para una conseguí cuatro premios, en otra doce, todos fueron donaciones de negocios y personas. La impresión de los tickets también me la regalaron en todas las oportunidades, tanto para los pollos, para las rifas, para la venta de sorrentinos. Eso es todo lo que se fue haciendo.

 -La semana pasada quisiste pagarle a la clínica parte del
tratamiento, para evitar que se devalúe lo que fuiste ahorrando. Pero
no te permitieron hacerlo. ¿Querés contarnos lo que pasó?

 Desde octubre, cuando pudimos terminar con la venta de una casa, empezamos a averiguar la posibilidad de transferir esa plata, y nos daban vueltas. Que vení un día, que tenés que hablar con este, que vamos a ver qué tenés que presentar, y así, todas vueltas burocráticas.
 El viernes pasado mi sobrina pregunta cómo iban las cosas (por teléfono, porque no se puede ir todos los días) y les dijo que necesitaba una respuesta urgente. Ahí del Banco de La Pampa mandan un mail y nos dicen que no autorizan la transferencia porque no cumplimos con los requisitos que ellos pedían.
 Nos piden una derivación médica de un oftalmólogo de Argentina, lo cual es muy complicado conseguir porque como es un tratamiento alternativo con células madres, que se sabe que funciona pero los médicos si sale algo mal no quieren manchar su imagen o poner en riesgo su nombre, no sé.
 También nos pidieron una factura de la clínica, que tampoco le podíamos pasar porque hasta que no paguemos no tenemos factura.
 Y además un contrato de servicio, que es el mail que te manda la clínica explicando lo que cuesta el tratamiento y todo lo que incluye. Eso sí lo tenemos.
 Entonces, después de que mandan ese mail planteando que no autorizaban la transferencia por esos motivos, fui a contar la situación en FM Alegría, la radio de Juan Ramón, que es una radio popular e influyente de Pico, donde ya había promocionado las rifas (la verdad que todos los medios de acá siempre me cubrieron re bien las actividades).
 Y el miércoles me llamó un funcionario del Banco Pampa y me dijo que estaban preparando una nota para que yo la pudiera elevar al Banco Central y así poder gestionar la transferencia.
 Pero a la vez, como no recibíamos respuesta y el “no autorizo” fue tan tajante, fuimos al Banco Nación, abrimos una cuenta y también me llamaron diciendo que tienen todos los papeles, tendría que firmar y después empezar la transferencia.
 Por el momento voy a dejar abierta las dos opciones, porque valoro que los del Banco Pampa se movieron. Pero me gustaría que estos trámites sean más simples, sin tantas trabas.

 -Imagino que en tu misma situación habrá muchas otras personas.
¿Crees que la posibilidad de aumentar la visión debiera ser un derecho
al alcance de todas las personas que lo necesiten o deseen, sin
excluir por motivos de dinero?

 Sí, creo que la posibilidad de hacer estos tratamientos alternativos o los que sean tendría que ser algo al alcance de todos. Porque bueno, yo lo pude empezar a costear porque vendí la casa, más allá de la solidaridad de la gente que es increíble la verdad cómo se mueven y cómo participan de todas las actividades. Pero si no es muy muy difícil juntar esa cantidad de plata. Y el que no tiene propiedad, ¿qué hace?
 Me han contado que la mayoría los junta, y yo lo sé por el caso de un chico con parálisis cerebral que se fue hace muchos años a China. En ese momento tenían que recaudar 30.000 dólares, y la gente la fue juntando a través de campañas solidarias y estas cosas, pero bueno, es muy difícil llegar.
 Yo creo que el Estado debería cubrir por lo menos una parte. Y si no cubre por lo menos que no ponga trabas. Más en esta provincia, que dentro de todo estamos bien. Sé que de esto no depende mi salud, no es que corre riesgo mi vida en sí, pero es una posibilidad de que mejore la calidad y creo que es un derecho de todos.
 A mí en el trabajo me va a facilitar muchas cosas, y si es un niño, en su educación. Igual no estoy disconforme con que se me dé a esta edad y no habiendo sido más chica. Creo que es parte del plan de Dios.

 -En todo este tiempo, ¿algún funcionario/a del Estado se acercó a
ofrecerte algún apoyo, siendo pública tu causa?

 Me llamó alguien a modo personal, creo que es un concejal de acá, que se ofreció cuando yo hacía los sorrentinos o pizzas a pagar lo que fueran los costos de los ingredientes. Es una persona que teniendo plata se acerca a realizar una donación, lo cual es importante para mí, pero lo hace de forma personal, no desde un partido.
 Y después del Bloque Federal me dieron un subsidio, que es algo más y lo re agradezco, aunque es bastante pequeño a lo que necesito. Y después ninguna otra ayuda recibí de la política.

 -¿Cómo podemos colaborar con tu proyecto quienes conocemos tu historia?

 Pueden colaborar con las urnas que están en la ciudad de General Pico, en Alvear en Carnicería La Chaira, también hay una en Speluzzi.
 Si alguno quiere hacer una transferencia también es bienvenido, el número de cuenta es 09303018 20120001671907.
 Por otra parte para seguir las actividades que vamos haciendo o noticias de cómo va el proyecto pueden buscar tanto en Instagram como Facebook “Todosxbren1302”.

 -Muchas gracias por la entrevista Brenda. ¿Querés decir algo más?

 Sí. A toda la gente que esté luchando por algo parecido quiero decirles que se puede, yo creo que voy a poder. Que confíen en Dios, que la gente es muy solidaria y ayuda, que no piensen que es imposible. Y si el Estado no trabara estas cosas o diera algún subsidio un poco más grande estaría muy bueno. Quiero decirle a la gente que se puede, que confíe en Dios más que nada.

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