Evo Morales, Presidente de Bolivia, reivindicó la soberania de su país, cuando recordó los diez años sin representante de la embajada de los Estados Unidos.
Entonces tuvo que enfrentar campañas desestabilizadoras y separatistas monitoreadas, coordinadas e impulsadas por el entonces embajador norteamericano. Los acontecimientos fueron tan graves que lo obligó a expulsar del país al embajador Philip Goldberg.
Recordó que «vivíamos una escalada de violencia y un afán separatista de la oligarquía, articulados por el imperio. Con la unidad del pueblo, ahora somos un país soberano y estamos mejor económicamente».
En el año 2008, en ocasión de lanzar un plan de empleo, anunciaba que «sin miedo a nadie, sin miedo al imperio, hoy, delante del pueblo boliviano, declaro al señor Goldberg persona no grata». Lo acusaba de injerencia en asuntos internos de Bolivia y de atentar contra la democracia con acciones desestabilizadoras y separatistas.
Apoyados por la embajada opositores políticos de Santa Cruz, Chuquisaca, Pando,Beni y Tarija, demandaban autonomía y proclamaban la intencion de instaurar una nueva República. Esos intentos fueron abortados por la movilización popular. Desde entonces, el país del norte mantiene la embajada sin representantes.
El gobierno de Estados Unidos también tomó medidas y expulsó al embajador de Bolivia Gustavo Guzmán y nunca mas restablecieron relaciones diplomáticas.
Desde entonces el gobierno y el pueblo boliviano avanzan en conquistas sociales y en nuevos derechos, afianzados como un pueblo soberano y con dignidad.
En las antípodas se ubica el gobierno de Mauricio Macri quien ha llevado a nuestro país a un estado colonizado, donde las políticas económicas y sociales las determina el Fondo Monetario Internacional.
En 2017 la inflación en Bolivia fue del 2,17 %, se fortalece su moneda y crece su economía, previéndose que sea el país sudamericano que mas crecerá. Estratégica fue la decisión de Evo Morales de nacionalizar la totalidad de los recursos hidrocarburíferos.
Cuando asumió Evo Morales en 2006, la pobreza alcanzaba al 59,9 % de la población y en 2017 bajó a un 36,4 %. Es este el indice mas bajo de la historia boliviana.
Con soberania alcanzan mejoras en todos los indicadores sociales, especialmente la atención a la salud y la educación. Con la nacionalización de los recursos naturales crece el empleo y cientos de miles de bolivianas y bolivianos han sido alfabetizados.
