EL TEATRO TKQ anuncia la obra de Marisa Busker > Performer:
“BEYA”
El Sábado 05/08 las 21:00 Hs > en el TEATRO TKQ
Para Mayores de 14 años en adelante
Entradas a $ 2.000; reservas por texto únicamente al wsp 2954-310030 enviando Nombre + Apellido y cantidad.
Sala Climatizada
Marisa Busker (performer) presentará BEYA…, su unipersonal con el texto de Gabriela Cabezón Cámara Beya (le viste la cara a dios)”, novela gráfica.
El tema de la obra BEYA es la trata.
Marisa Busker realizó una transposición a la escena del texto completo. La estrenó en enero del 2016 con excelentes críticas. Luego de cinco años la vuelve a integrar a su repertorio readaptada, ya que pone el set técnico (luz y sonido) en escena y manejado por ella misma mientras actúa.
Beya es un prostíbulo visto desde dentro. La protagonista es captada por la red de trata y puesta a funcionar como mercancía barata. Pero tantas veces, sin estar en un prostíbulo somos tratades como mercancía barata. A Beya le pasa de todo ahí dentro y se inventa recursos para sobrevivir: un Dios, un jardín del odio (la flor), un bebé imaginario (un monstruito que se parece a ella), una figurita en el puño de San Jorge que le regala un policía.
Beya, la protagonista se desdobla entre la realidad que le acontece y una vida en relación a un dios que vuelve a retomar ante la situación de violaciones permanentes, humillaciones, desprecio, la droga, todo lo que ve a su alrededor. Para evitar sufrir tanto se conecta con un estado del alma algo elevado y desde allí con su voz. Habla en segunda persona aunque le está sucediendo a ella misma: te enguascaron, te domaron, te peinaron para adentro… ahí aprendiste a los gritos nuevo nombre y apellido…Beya, se hace cómplice del mandamás para tratar de conseguir algún mínimo beneficio. Entretanto conoce a Lopez Arancibia, un policía que se enamora de ella y le deja un arma de regalo. Beya se escapa…
Marisa Busker dice:
El tema de la trata lo tomé entonces porque buscaba aquello que tuviera que ver con formas de violencias, de opresión y Beya, si bien está muy poéticamente escrita y sin tapujos de vocabulario, toma esos temas en las más extremas de las bajezas humanas, con un margen tan pequeño entre el bien y el mal -como dice el texto – “ …la línea que hay entre fingir y hacerse parte es finita y hacerse parte es lo mismo que estar muerta estando viva… si no te agarrás de tu odio, te vas a volver tan zombi como puta de romero…”
Beya, es un clásico. Para hacerla hay que lograr estar en la escena con el cuerpo y las emociones al desnudo.
La obra está montada en cuadros visiblemente mostrados en el cambio de vestuario de la protagonista. Una obra-performance sumamente poética en la elaboración de su texto como en la puesta escénica y a pesar de su temática. Es un transcurrir poético-musical desde una rima octosilábica, un latir de ritmo proveniente de un piano eléctrico para niños, músicas magníficas de J.S. Bach, John Cage e improvisaciones vocales de la protagonista “el rostro en las azucenas” y “el jardín del odio».
