El año pasado, Martín D’Agnese fue baleado en la cabeza por un policía a pocos metros de distancia, lo que le causó lesiones en un oído. El hecho ocurrió durante una manifestación en la Embajada de Venezuela. La Liga Argentina por los Derechos Humanos plantea ahora una revisión.
El año pasado, Martín D’Agnese fue baleando en la cabeza por un policía a pocos metros de distancia, lo que le causó lesiones en un oído. El hecho ocurrió durante una manifestación en la Embajada de Venezuela. La Liga plantea ahora una revisión.
El fiscal Eduardo Terezko, a cargo de la unidad penal contravencional y de faltas número 4 de la Ciudad de Buenos Aires, archivó la causa en la que se encontraban implicados tres policías de la ciudad -David Antonio Manzoni, Gustavo González Giacone y Cristian Nicolás Villalba-. Uno de ellos fue quien baleó a Martín D’Agnese el 30 de abril del año pasado, cuando acudió a la Embajada de Venezuela a expresar su apoyo a Nicolás Maduro frente al intento de golpe de Estado que lideraba Juan Guaidó.
Aquel día, militantes del MTL y el PC entre otros partidos políticos y movimientos sociales se concentraron en la puerta de la embajada. En cierto momento, se cruzaron con ciudadanos venezolanos residentes en el país que habían acudido en respaldo de Guaidó y se produjo entonces un entredicho entre los manifestantes. La Policía de la Ciudad irrumpió con una feroz represión para desarticular la protesta. “Martín, como el resto de los manifestantes, estaba retrocediendo cuando recibió un disparo en la cabeza – cuenta Pedro Dinani, abogado de la Liga Argentina por los Derechos Humanos y apoderado del PC – Fue un intento de fusilamiento. Le dispararon a la cabeza y de muy cerca”.
“Se estaba yendo porque había visto que a uno de sus compañeros lo estaban llevando detenido. Es ahí cuando un policía le dispara a un metro de la cabeza. Él cae y le sigue disparando en el piso” – declaró su compañera María Goboni al diario Pagina 12 aquel día. Dinani asegura que la policía intervino disparando solamente contra los militantes que se acercaron a la embajada en apoyo a Maduro. “En el momento en que se estaban retirando, un policía se desprende del grupo, avanza contra Martín y le dispara, según las pericias, directo a la cara, a menos de un metro. Los compañeros quisieron asistirlo pero el mismo efectivo, que Martín asegura que puede reconocer, también les disparó a ellos”, detalla el abogado.
La Policía detuvo a D’Agnese, imputado por resistencia a la autoridad. Fue trasladado en ambulancia y con custodia al Hospital Fernández y desde ahí a la Clínica Bazterrica, donde le extrajeron del oído externo un casquillo y partículas de bala y donde permaneció en terapia intensiva durante más de una semana. El parte médico informó que el impacto no había dejado secuelas en el tímpano, pero no le ofrecieron detalles sobre el material de las partículas extraídas del oído. Durante esos días, integrantes de la célula policial que lo custodiaba intentaron ingresar a la terapia intensiva para tomarle las huellas dactilares de madrugada, pero el director del servicio lo impidió.
De todos modos, el fiscal Terezko le inició acciones legales a D’Agnese, que fue el único damnificado por el accionar ilegal de los policías. Sin embargo, la defensa de la Liga logró cambiar la caratula del expediente, y así responsablizar a la Policía de la Ciudad, basándose en las imágenes de la televisón, que tomaron a D’Agnese con su cara ensangrentada en el piso, mientras la policía no dejaba infresar al Same. “Logramos iniciar una investigación sobre el accionar policial que llevó más de un año, con pericias balísticas del arma antidisturbios que hirió a Martín”, revela Dinani. Avanzada la investigación, se imputó a los policías y se los llamó a declaración indagatoria, aunque alegaron haber procedido conforme a la normativa. “Si bien en una indagatoria uno no puede declarar en su contra – aclara Dinani- a esa mentira que establece el mandato constitucional el fiscal la tomó como verídica. Ahí es donde comete el error mas terrible, que es decretar el archivo de las actuaciones en virtud de la ausencia del delito”.
Dinani dice que todo fue armado en función de una intepretación errónea de las pericias, ya que se omite leer lo que dicen el manual de la fábrica y el protocolo de uso para perjudicar a Martin y decretar el archivo de la causa. «Desde la Liga se ofrecemos medidas concretas para identificar quién de los tres policias fue el responsable del disparo», explican los abogados.
La Liga planteó una revisión al Fiscal Superior de la Ciudad, pero el trámite está detenido. “Hay una clara intención de la fiscalía, que trató de armar una causa falsa contra los manifestantes. Y una vez que comprobó el accionar lesivo de la policía en su contra, trata de dotar de impunidad a los actos represivos de la policía, lo que demuestra una complicidad entre el poder judicial, el fiscal Terezko, con el accionar lesivo de la Policia de la Ciudad. Están encubriendo un delito, porque se usa el poder judicial para encubrir una accion represiva de hecho”.
