La Policía Federal brasileña detuvo en Río de Janeiro al represor argentino Gonzalo “Chispa” Sánchez, uno de los prófugos de la Causa ESMA, imputado por su participación en el grupo de tareas que asesinó y desapareció a Rodolfo Walsh en 1977, además de haber formado parte en los vuelos de la muerte.
El detenido fue oficial de la Prefectura y durante la dictadura integró el Grupo de Tareas 3.3 de la ESMA junto a 30 personas, en el operativo que abordó al escritor comenzó a dispararle hasta que “se desplomó en la avenida San Juan entre Combate de los Pozos y Entre Ríos”, donde finalmente fue secuestrado. También estuvieron involucrados en el hecho Alfredo Astiz, Jorge “Tigre” Acosta, Jorge Rédic y Jorge Vildoza, quienes habrían sido los responsables de cargar el cuerpo en un auto para llevarlo a la ESMA, sin que hasta el día de la fecha hayan podido ubicarse sus restos.
Se le imputan delitos como secuestros, asesinatos, desapariciones y torturas contemplados en la Convención sobre Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y Crímenes de Lesa Humanidad de la ONU.
Su secuestro no impidió que el escritor difundiera varias copias de la Carta a la Junta Militar, escrito que interpelaba y denunciaba a los dictadores sobre los crímenes cometidos a un año del gobierno de facto.